Por: Miguel Núñez
Este artículo forma parte de la serie «95 tesis para la iglesia de hoy» del Pastor Miguel Núñez
Basada en Salmo 50:21
El creyente de la iglesia de hoy ora para cambiar la voluntad de Dios, a diferencia de Jesús que oró para entrar en la voluntad de Su Padre. Y por eso nos vemos, con frecuencia, decepcionados por haber pensado que Dios era tal como nosotros somos. Eso es exactamente lo que Dios dice a través del salmista: “Pensaste que Yo era tal como tú” (Salmo 50:21).
Frecuentemente, atribuimos a nuestro Dios pensamientos humanos. Si podemos revisar otra vez la historia de la experiencia del Señor en el huerto de Getsemaní, podemos ver cómo, una y otra vez, el Señor expresó en palabras Su agonía y Su deseo de que la copa pasara, pero siempre terminó diciendo: “Que se haga Tu voluntad, y no la Mía” (ver Lucas 22:42). Eso es un reconocimiento, no solamente de la soberanía de Dios, sino de la bondad de ese Dios para con nosotros a lo largo del ejercicio de Su voluntad. La oración nutre nuestra relación con Dios; la oración nos ayuda a realinear nuestra voluntad con la voluntad de Dios y la oración nutre nuestra vida de fe. ¡Levanta la imagen de Dios y podrás orar de una mejor manera!
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