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Por: Charles Spurgeon

Otra de nuestras dificultades estriba en la falta de piedad intensa en muchas de las iglesias. Gran número de hermanos y hermanas viven hoy día, en alto grado, para la gloria de Dios. Doy gracias a Dios de que hay actualmente tanta actividad santificada y consagración del corazón como en cualquier período anterior de la historia de la Iglesia cristiana. Entre nosotros hay hombres y mujeres cuyos nombres pasarán a la posteridad como ejemplos de devoción. Dios no se ha dejado a sí mismo sin testimonio.

Pero, ¿os dais cuenta de cuán superficial es la religión de la casa de los que la profesan? ¿Cuántos siervos podrían vivir en familias que se llaman cristianas sin percibir diferencia alguna entre estas casas y las de los del mundo? ¿No es cierto que la oración en familia se descuida en muchos casos? ¿No es cierto que tenemos miembros que jamás son vistos en las reuniones de oración? Al hacer preguntas, ¿no descubrís que los acomodados no pudieron asistir porque la hora de la cena es la misma que la de la reunión de oración? Sin duda serán más cuidadosos en adorar a su dios favorito. En otros casos, descubriréis que las personas ocupadas, que no pudieron ir a orar, no tuvieron dificultades para asistir a un concierto.

Las cenas en restaurantes y las reuniones musicales son ceremonias más importantes para muchos que la ofrenda de oración a Dios. ¿Acaso no nos encontramos con oficiales de iglesia que dicen abiertamente no sentir interés por algo tan anticuado como las reuniones de oración?Éste es un lamentable signo de decadencia, y se observa frecuentemente. Nuestras iglesias podrán causar muchas penas a sus pastores; pero, en la mayor parte de los casos, los pastores mismos se han rebelado tanto que no les importa tampoco.

En cuanto a los ministros, muchos miembros de iglesia son indiferentes tocante a la piedad personal del predicador; lo que desean es talento o inteligencia. Ya no importa lo que predica; ha de atraer una multitud, o complacer a la élite, y eso basta. La inteligencia es lo principal. Se diría que buscaban un prestidigitador y no un pastor. Tanto si predica la verdad como el error, el hombrees admirado en tanto que sepa hablar con locuacidad y conservar la reputación de orador. Si tuviéramos piedad más genuina en los miembros y los diáconos, los farsantes pronto se llevarían sus mercaderías a otros mercados.

Pero me temo que ha habido gran relajación en la admisión de miembros, y la calidad de nuestras iglesias se ha mancillado y quedado sin buenos fundamentos a causa de las «multitudes mixtas», en medio de las cuales toda clase de males encuentra asilo acogedor. ¡Desdichado el líder en cuyo campamento hay un Acán! ¡Mejor fuera que Demas nos abandonase, y no que viviera con nosotros, e importara el mundo a la iglesia! ¡Cuántos ministros son débiles para la guerra por no estar sostenidos por una congregación piadosa, y sus manos no pueden ser ayudadas por hermanos que oran!

Fragmentos tomados del libro “Un ministerio ideal” p. 313 – 314 el cual recopila varios sermones del pastor Spurgeon dictados en la Conferencia Anual de ministros.

35 comentarios en «Existe falta de piedad intensa en muchas de las iglesias | Charles Spurgeon»
  1. […] En Santidad  (1879), JC Ryle muestra que el pueblo de Dios adquiere santidad cuando cree y obedece las Escrituras en su vida cotidiana. Explica el significado bíblico de «perfección», el controvertido capítulo siete de Romanos , la doctrina del Cristo que permanece en nosotros, la relación entre consagración y conversión y la necesidad de que los que quieren ser santos «velen, oren y luchen».  […]

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