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Por: Paul Washer

Hay un común denominador que mantiene unidas todas las religiones del otro lado de la cristiandad: la creencia de estar en una posición correcta ante Dios basada en la obediencia, los méritos personales o alguna habilidad para complacer a Dios. Solo la cristiandad se mantiene declarando que sin la obra especial de la gracia de Dios, el hombre no puede obedecer a Dios o complacerlo (Romanos 7: 14 – 24; Efesios 2: 4 -5). Ya que el hombre es realmente sucio, está destituido de mérito.

Aún los actos más ejemplares son nada más que trapos de inmundicia ante un Dios Santo y Justo (Isaías 64:6).  Esta es una de las verdades más humillantes de las Escrituras- y una de las más detestadas y con mayor oposición por la raza de Adán. Sin embargo, es una parte esencial del evangelio y debe caer sobre el hombre hasta que el sostenga el peso de su verdad. Él está perdido sin remedio y sin poder hacer nada al respecto. Si él ha de ser salvado, debe ser salvado por Dios solamente.

Fragmentos del libro “El poder y el mensaje del Evangelio” pág 98 – 99


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40 comentarios en «El hombre caído no puede obedecer o complacer a Dios – Paul Washer»
  1. […] En la búsqueda de un crecimiento espiritual sólido y significativo, la lectura desempeña un papel fundamental para todo cristiano. A lo largo de la historia, se han escrito numerosos libros que han dejado un legado invaluable en la fe cristiana, brindando una perspectiva enriquecedora y desafiante. Estas obras literarias se convierten en guías confiables y compañeros en nuestro caminar hacia una relación más profunda con Dios. […]

  2. […] Empezamos cada día vistiéndonos apropiadamente según el clima o la ocasión. Sin embargo, muchos creyentes salen de sus casas desprevenidos, porque no se visten adecuadamente para el combate espiritual. Por lo tanto, nuestra primera oración antes de levantarnos debería incluir una aplicación gradual, paso a paso, de toda la armadura de Dios. […]

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