Por: Miguel Núñez
Este artículo forma parte de la serie «95 tesis para la iglesia de hoy» del Pastor Miguel Núñez
Latinoamérica necesita ser transformada, pero las naciones jamás verán su transformación reprendiendo demonios
Basada en Romanos 1:16
Es claro, a la hora de estudiar la Palabra, que Dios nos ha dejado el evangelio, que es el poder de Dios para salvación, según el apóstol Pablo nos revela en Romanos 1:16. El evangelio es el único mensaje capaz de transformar la mente, el corazón y la voluntad de las personas. En dos mil años de historia nunca se ha visto ninguna otra cosa capaz de transformar individuos, matrimonios, familias y naciones como el evangelio. Desafortunadamente, en los últimos años, una vez más Satanás se las ha ingeniado para desviar la atención de la iglesia. Y esta vez, ha hecho preocupar a la iglesia con relación a la posesión demoniaca y ha atribuido posesiones demoniacas a una serie de hábitos y de conductas pecaminosas, a la acción de Satanás, cuando en realidad es nuestra voluntad caída y pecaminosa la que está actuando.
Tenemos que recobrar, una vez más, la confianza en el poder de la Palabra para cambiar al hombre. Como dice Wayne Grudem, cuando en la iglesia de Corinto hubo problemas de división, el apóstol Pablo no recomendó que echaran fuera el demonio de división (1 Corintios 1:10-17); cuando hubo problemas de inmoralidad, una vez más, Pablo no recomendó que echaran fuera el demonio de inmoralidad; más bien dijo que echaran a aquel hermano que estaba viviendo con la más bien dijo que echaran a aquel hermano que estaba viviendo con la mujer de su padre (1 Corintios 5:1-13). Una y otra vez, podemos ver a lo largo de toda la Biblia que el énfasis está en la responsabilidad humana a la hora de pecar. Recuerda que Dios jamás transformará tu vida a menos que haya arrepentimiento, y para que haya arrepentimiento tienes que reconocer tu pecado, ir delante de Dios con un corazón contrito y humillado, y de allí no serás echado; pero esa es la única manera de ver transformación. ¡Despierta a la realidad de tu corazón caído!
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