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Por: L.R. Shelton Jr

La razón por la cual este evangelio falso del cristianismo carnal se ha extendido tanto y ha sido recibido tan ampliamente, es que no exige nada. Da “una apariencia de piedad”, una cobertura que permite a sus seguidores entregarse a cualquiera de los pecados mencionados en 2 Timoteo 3:2-4, y seguir afirmando que son salvos y van rumbo al cielo. Y sabemos que el Espíritu Santo está describiendo aquí a estos supuestos “cristianos” y no al mundo, porque en el versículo 5 dice que “tendrán una apariencia de piedad”.

¿Por qué tantos en la actualidad viven engañados respecto al camino de salvación de Dios? Porque no saben que ser regenerados es un imperativo. “El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3). Sí, la gente usa hoy la frase “nacer de nuevo”, pero no sabe lo que significa. Cree que es algo que uno hace, como expresar una decisión, un compromiso o dedicación. En cambio, el nuevo nacimiento es algo que Dios realiza. ¡Depende completamente del poder y de la gracia de Dios! En la regeneración, el pecador es pasivo, pero en la conversión cumple un papel activo en el acto de creer, arrepentirse y volver a Dios dejando atrás sus pecados. Así que, la persona cree y se arrepiente en la conversión por haber nacido de nuevo por obra del Espíritu Santo de Dios. Esa es la evidencia de su regeneración. No nace de nuevo por haberse arrepentido y por haber creído, sino que cree y se arrepiente porque ha nacido de nuevo por el Espíritu de Dios. ¡Es obra de Dios y no del hombre!

¿Por qué tantos en la actualidad viven engañados respecto al camino de salvación de Dios? No saben que tiene que haber una nueva creación, un milagro de gracia obrado en el alma del hombre para convertirlo en una criatura nueva, para que pueda decirse de él: “las cosas viejas pasaron; he aquí, todas son hechas nuevas”. La Nueva Jerusalén es para criaturas nuevas. El cielo es un lugar preparado para un pueblo preparado, y no para los que sólo tienen una apariencia de piedad, sino para los que tienen un nuevo corazón y una nueva naturaleza, o sea, los que han sido transformados por el poder del evangelio de la gracia de Dios en Cristo.

Los hombres viven engañados porque ignoran que Dios tiene que comunicarle al corazón un principio de santidad antes de que pueda haber un afecto santo acciones santas o frutos santos. Y ciertamente, sin la santidad, nadie verá al Señor (Hebreos 12:14). Por naturaleza, nadie tiene ni un ápice de santidad. Para tenerla, el poder del Espíritu de Dios tiene que obrarla en el corazón. Por esta razón, uno tiene que experimentar su obra de convicción, para convencerse de que, en sí mismo, no tiene ningún mérito ni justicia aceptable delante de Dios. Éste le muestra que lo único que puede traerle es pecado, ¡porque eso es la suma de lo que es! Como nos dice Isaías 1:5, 6: “Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente, desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite”.

Fragmentos tomados del libro «El verdadero evangelio de Cristo vs.. el evangelio falso del cristianismo carnal – L. R. Shelton Jr«, puede descargar el libro EN ESTE ENLACE.

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Un comentario en «Razones por las que muchos “cristianos” están engañados en cuanto a su salvación (1/2)»

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