El precio de nuestra salvación
Por: Samuel Rutherford ¡Oh, qué amor! Cristo no confió nuestra redención a los ángeles, ni a millones de ángeles, sino que vino el mismo en persona a sufrir. No pagó…
Por: Samuel Rutherford ¡Oh, qué amor! Cristo no confió nuestra redención a los ángeles, ni a millones de ángeles, sino que vino el mismo en persona a sufrir. No pagó…