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Durante una audiencia en el Tribunal del Noveno Circuito Judicial de Florida, el pastor Bill Curl sorprendió a todos al perdonar públicamente a Ronald Davis, el hombre que asesinó brutalmente a su esposa, Lucy Pat Curl, de 85 años, durante una invasión domiciliaria en enero de este año. Davis, de 55 años, se declaró culpable del crimen y fue condenado a cadena perpetua.
En su declaración ante la jueza Leticia Marques, el pastor Curl expresó el profundo dolor de su familia: “El acusado nos ha arrebatado a nuestra matriarca. Mi esposa, feliz todo el tiempo. Ella era quien mantenía nuestra familia unida”.
Sin embargo, añadió: “Para él no tenemos nada más que perdón, amor, esperanza de que su vida tenga una calidad mejor y que un día conozca a Jesús”.
El pastor subrayó que, aunque Davis debe ser castigado por sus actos, eso no invalida el perdón. “Él sabe lo que hizo. Obviamente, debería ser castigado, pero eso no invalida el perdón”, afirmó Curl ante el tribunal.
La jueza Marques reconoció el gesto diciendo: “Señor Davis, rara vez veo gracia en este tribunal, pero hoy la vi en el reverendo Curl. Puede agradecerle por esto”.
El caso ocurrió el 31 de enero, cuando Davis irrumpió en la casa de los Curl haciéndose pasar por un agente de servicio comunitario. Al ser confrontado por Lucy, la atacó violentamente, causándole graves lesiones cerebrales tras golpear su cabeza contra una mesa de centro.
Lucy, quien había sobrevivido al cáncer tres veces y gozaba de buena salud, fue hospitalizada, pero falleció días después debido a la gravedad de las heridas.
El Departamento de Policía de Orlando informó que Davis había sido liberado de prisión en junio de 2024 tras cumplir una condena de 15 años por delitos similares. Inicialmente, enfrentó cargos de invasión de domicilio con arma, agresión agravada a persona mayor y lesiones graves, pero tras la muerte de Lucy, fue acusado de asesinato en primer grado.
El pastor principal de la Primera Iglesia Bautista de Orlando, David Uth, relató que Lucy abrió la puerta tras escuchar que llamaban y fue engañada por Davis, quien fingió buscar una identificación antes de forzar la entrada y atacarla. Durante el ataque, Lucy luchó por su vida, pero las lesiones resultaron irreversibles según los médicos.
La decisión de perdonar a Davis fue destacada como un acto poco común de compasión y fe, tanto por la jueza como por la comunidad. El gesto del pastor Curl se ha convertido en un testimonio de perdón y esperanza en medio del dolor.
Este acto refleja el mandato bíblico de perdonar incluso en las circunstancias más difíciles, siguiendo el ejemplo de Jesús. La Biblia enseña: “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”.
El testimonio del pastor Curl invita a los creyentes a vivir el perdón radical y a orar por quienes les han hecho daño, confiando en que solo el amor y la gracia de Dios pueden transformar los corazones, incluso en medio de la tragedia.
Tomado de aquí