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El matrimonio es un diseño divino, creado por Dios para Su gloria y nuestro gozo. Dentro de ese diseño, el sexo ocupa un lugar especial, no solo como expresión de amor, sino también como una parte esencial de la unión matrimonial. A continuación, te compartimos siete razones bíblicas por las cuales el sexo es importante para tu matrimonio.
1. El sexo es parte de lo que Dios quiere para el matrimonio
Desde el principio de la creación, Dios diseñó el matrimonio como una unión íntima entre un hombre y una mujer. Génesis 2:24 dice: “Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. Esta unión incluye la intimidad sexual. No es un añadido humano, sino parte del plan perfecto de Dios. Cuando los esposos disfrutan del sexo dentro del matrimonio, están caminando en obediencia a este diseño divino.
2. El sexo nos ayuda a “fructificar y multiplicarnos”
Dios no solo instituyó el matrimonio, sino que también bendijo a la pareja con el mandato de “fructificad y multiplicaos” (Génesis 1:28). A través del acto sexual, el matrimonio se convierte en el vehículo para la creación de nueva vida. Aunque no todas las parejas tendrán hijos, el potencial de la vida está entretejido en el acto sexual, recordándonos que la intimidad tiene un propósito más allá del placer: participar en la maravillosa obra creadora de Dios.
3. El sexo une a una pareja
Más allá de la unión física, el sexo crea un vínculo emocional y espiritual entre los esposos. 1 Corintios 6:16 señala que cuando dos personas se unen sexualmente, se hacen «un solo cuerpo». En el contexto del matrimonio, esta unión fortalece la confianza, la intimidad y el sentido de pertenencia mutua. Es una manera poderosa de profundizar la conexión que Dios desea que los matrimonios experimenten.
4. El sexo es un acto amoroso, placentero y de entrega sacrificial
El sexo dentro del matrimonio cristiano no es meramente un deber, sino un regalo de Dios para disfrutar. El libro de Cantares celebra el placer y la belleza de la intimidad marital. Además, el acto sexual debe estar caracterizado por una entrega desinteresada, donde cada cónyuge busca el bienestar y la satisfacción del otro.
5. El sexo nos ayuda a resistir la tentación
El apóstol Pablo enseña en 1 Corintios 7:2-5 que la intimidad sexual regular entre esposos es un medio para evitar la inmoralidad sexual. El deseo sexual, cuando no es satisfecho adecuadamente en el matrimonio, puede abrir la puerta a tentaciones innecesarias. Por eso, el sexo no sólo fortalece la relación conyugal, sino que también actúa como un escudo de protección espiritual y moral.
6. El sexo es un acto de amor
El sexo, en su expresión más pura, es una manifestación tangible del amor matrimonial. No se trata solo de satisfacer una necesidad física, sino de expresar afecto, ternura, cuidado y compromiso. Romanos 12:10 nos exhorta: “Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”. Esta misma actitud debe gobernar la intimidad sexual: un amor que busca honrar y edificar al cónyuge.
7. El sexo glorifica a Dios
Cuando los esposos viven su intimidad de manera santa y gozosa, están glorificando a Dios. Hebreos 13:4 afirma: «Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla». El sexo dentro del pacto matrimonial es limpio, santo y glorifica a Aquel que lo creó. Cada acto de amor entre esposos puede ser una expresión de gratitud a Dios por Su bondad y un testimonio de la belleza de Su diseño.
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Foto de The Chaffins en Unsplash
EXCELENTE MATERIAL.. GRACIAS
Me gusto mucho leer esta información me hizo entender muchas cosas que no sabía y que estaba confundida muchas gracias