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Este artículo forma parte de la serie: La llave secreta al cielo

Los fines de la vara

Las aflicciones son llamadas vara por el fin que persiguen. Una vara no es para matar, sino para curar; no es para destruir, sino para corregir. Cuando David dio una comisión completa a sus soldados contra Absalón, no era para matarlo, sino para refrenarlo; no era para arruinarlo, sino para reducirlo a su obediencia anterior. La aplicación es fácil. Podemos vivir tanto sin el pan de cada día como sin la vara de cada día. Ahora bien, los fines de tomar la vara son estos:

1) PARA BIEN DEL HIJO

De forma más general, es para el bien del hijo y no para perjudicarlo. Así es con esto. Dios toma la vara, pero es para el bien de Su pueblo. <<<Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo» (Gn. 50:20). La bondad divina dominó la malignidad maquinada de los hermanos de José de tal manera que hizo de un veneno mortal una bendita medicina. «Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Como a estos higos buenos, así miraré a los transportados de Judá, a los cuales eché de este lugar a la tierra de los caldeos, para bien» (Jer. 24:5). Cuando Israel fue despedido de Egipto, fue con oro y pendientes (Ex. 11:2); у cuando Judá fue despedido de Babilonia, fue con grandes dones, joyas y todos los utensilios necesarios (Esd. 1:6-11). «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados» (Ro. 8:28). Este texto, como el árbol de Moisés arrojado a las aguas amargas de la aflicción, puede hacerlas dulces y saludables para beber de ellas.


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