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Por: A. W. Tozer
Este artículo forma parte de la serie «Mi búsqueda diaria«
Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho. DEUTERONOMIO 10:17
Cuando meditamos en Dios, tenemos que recordar algo importante: Dios nunca se siente frustrado. Los humanos, sí. Y por una buena razón: no somos infinitos. Pero Dios no tiene razón para frustrarse con nada ni con nadie, en ningún momento.
Dios no se frustra porque es infinito. Esa infinitud de Dios significa que siempre es Dios y que no cambia nunca. Todo lo que Dios es permanece en completa armonía. Y su Hijo eterno comparte todo eso con Él.
Muchos hablan de la bondad de Dios y luego se ponen sentimentales; y dicen que Dios es demasiado bueno como para castigar a alguien. Así, descartan el infierno.
El que tiene un adecuado concepto de Dios no solo creerá en el amor divino sino también en la santidad de Dios. Creerá no solo en la misericordia divina sino también en la justicia de Dios.
Cuando ves al Dios eterno en su santa y perfecta unión, actuando en juicio, sabes que aquel que elige el mal no puede jamás habitar en la presencia de este Dios santo.
A Dios, naciones, dad loor, porque es el único Señor;
A él con gozo alabad, y sus bondades celebrad.
Es infinito su poder; en él tenemos nuestro ser,
Pues del polvo nos formó y de la muerte nos salvó.
ISAAC WATTS (1674-1748)
Dios eterno y Padre de nuestro Señor Jesucristo, mi corazón está henchido de alabanza a ti. Por conocer mi maldad, aprecio tu gracia, amén.