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Por: Teología Sana
Este artículo forma parte de la serie: Semana Santa
La Semana Santa es una de las épocas del año que más atención recibe en muchas culturas. Sin embargo, como hijos de Dios es importante que tengamos una comprensión bíblica y centrada en Cristo sobre lo que realmente representa. Aquí te presentamos 9 cosas que debes saber sobre la Semana Santa:
Contenido del artículo
1. La Semana Santa nos recuerda que el cristianismo no gira en torno a una filosofía, sino a un hecho histórico
A diferencia de otras religiones basadas en ideas, filosofías humanas o enseñanzas morales, nuestra fe descansa sobre un acontecimiento real: la muerte y resurrección de Jesucristo. La Semana Santa nos lleva a considerar que el cristianismo se fundamenta en hechos que ocurrieron en el tiempo y el espacio, y cuya veracidad transforma nuestras vidas para siempre.
2. La muerte y resurrección de Cristo son el corazón del evangelio
La Semana Santa puede ser una excelente oportunidad para recordar que la cruz no fue una derrota, sino la mayor victoria de Dios. Cristo murió por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó al tercer día, según las Escrituras (1 Corintios 15:3-4). Este es el mensaje que predicamos.
3. El enfoque debe estar en Cristo, no en las tradiciones
Procesiones, rituales o actividades religiosas pueden desviar la atención del verdadero significado de la obra de Cristo. Como evangélicos, debemos ser cautelosos de no sustituir la centralidad de Jesús con costumbres humanas.
4. Es un momento ideal para evangelizar
Mientras el mundo religioso se enfoca en ritos, nosotros podemos usar esta temporada como una oportunidad para compartir el evangelio. Muchas personas están más abiertas a hablar de temas espirituales, lo cual podemos aprovechar para proclamar la verdad de Cristo crucificado y resucitado.
5. La resurrección de Cristo es esencial para nuestra fe
Sin resurrección, nuestra fe sería en vano (1 Corintios 15:17). Celebramos que Cristo vive, que venció al pecado y a la muerte, y que ahora intercede por nosotros a la diestra del Padre. No seguimos a un mártir muerto, sino a un Salvador vivo.
6. Debemos evitar supersticiones religiosas
Algunas prácticas de la Semana Santa en contextos religiosos están cargadas de superstición: evitar comer carne, cargar imágenes, hacer “pagos” por pecados. Todo esto contradice el evangelio. Cristo ya pagó en la cruz, de una vez y para siempre, por nuestros pecados.
7. Cada día es una oportunidad para recordar el sacrificio de Cristo
No necesitamos esperar una vez al año para reflexionar sobre el Calvario. Cada día que vivimos como cristianos es un recordatorio de que hemos sido redimidos por la sangre del Cordero. La cruz debe estar presente en nuestro corazón siempre.
8. Debemos enseñar a nuestros hijos el verdadero significado
Muchos niños crecen asociando la Semana Santa con vacaciones, comida o tradiciones vacías. Esta es una buena oportunidad para instruirlos en casa y enseñarles el verdadero significado de la cruz y la resurrección de Cristo.
9. La Pascua original apuntaba a Cristo
La celebración judía de la Pascua conmemoraba la liberación del pueblo de Israel de Egipto. Sin embargo, esa liberación temporal apuntaba a una liberación mayor: la que Cristo logró en la cruz. Él es nuestro Cordero Pascual (1 Corintios 5:7), que nos ha librado de la esclavitud del pecado.
En resumen
La Semana Santa puede ser una época valiosa para recordar, reflexionar y proclamar el glorioso evangelio de Jesucristo. Pero recordemos que no es una obligación religiosa, ni una tradición a seguir ciegamente. Más bien, es una oportunidad para exaltar al Salvador, vivir en gratitud y compartir con otros el mensaje de la cruz y la tumba vacía.