No olvides compartir ...

ÚNETE A NUESTRO GRUPO DE WhatsApp o Telegram. Y recibe materiales todos los días.

Por: Thomas Watson.

Este artículo forma parte de la serie: Todo obra para bien.

El pecado pone al alma a autorreformarse. Un hijo de Dios no sólo descubre el pecado, sino que lo expulsa. Pone un pie sobre el cuello de sus pecados, y con el otro se vuelve a los testimonios de Dios (Salmo 119:59). Así, los pecados de los piadosos obran para bien. Dios convierte los males de los santos en sus medicinas. Pero que nadie abuse de esta doctrina. No digo que el pecado obra para bien de una persona impenitente. No, obra para su condenación. El pecado sólo obra para bien de aquellos que aman a Dios; y para ustedes que son piadosos, sé que no sacarán una conclusión errónea de esto, ni para darle poca importancia al pecado, ni para ser atrevidos con el pecado. Si lo hicieran, Dios hará que les cueste muy caro. Recuerden a David: se aventuró presuntuosamente en el pecado y ¿qué obtuvo? Perdió su paz, sintió los terrores del Todopoderoso en su alma; aunque tenía todas las ayudas para estar alegre (era rey, tenía habilidad para la música…), sin embargo, nada podía darle consuelo; antes bien se quejó de sus <<huesos abatidos>> (Salmo 51:8). Y aunque al fin salió de esa nube oscura, tal vez nunca recuperó su plena alegría hasta el día de su muerte.

Si algún miembro del pueblo de Dios manipula el pecado porque piensa que Dios puede convertirlo en bien, aunque el Señor no lo condene, puede enviarlo al infierno en esta vida. Puede someterlos a agonías y convulsiones del alma tan amargas que lo llenen de horror y los acerquen a la desesperación. Que esto sea una espada flamígera que les impida acercarse al árbol prohibido Así, he demostrado que tanto las cosas mejores como las peores, por la mano dominante del gran Dios, obran juntas para el bien de los santos. Una vez más digo: ¡No pienses a la ligera en el pecado!

Visita nuestra tienda y accede a nuestros recursos HACIENDO CLIC AQUÍ

*Thomas Brooks (1608-1680): Predicador congregacional; autor de Preciosos remedios contra las artimañas de Satanás (Precious Remedies against Satan’s Devices). Lee más datos biográficos EN ESTE ENLACE.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *