Por: John MacArthur
Este artículo forma parte de la serie: «Devocional Acércate a Dios«
«Para gloria y alabanza de Dios» (Filipenses 1:11).
Glorificar a Dios es reflejar el carácter de Él en lo que hablas y en lo que haces.
La oración de Pablo en Filipenses 1:9-11 concluye con el recordatorio de que el amor, la excelencia, la integridad y la justicia le dan gloria y alabanza a Dios.
La gloria de Dios es un tema recurrente en los escritos de Pablo, y con razón, porque esa es la máxima prioridad del cristiano. Pero, ¿qué es la gloria de Dios y qué significa darle gloria? Después de todo, Él es infinitamente glorioso en naturaleza; por tanto, no podemos agregarle nada. Además, su gloria no puede ser disminuida; así que no tiene que ser reabastecida ni reforzada.
En Éxodo 33:18-19, Moisés le dice a Dios: «Te ruego que me muestres tu gloria. Y [Dios] le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente». En efecto, Dios le estaba diciendo a Moisés que su gloria consistía en la combinación de sus atributos.
Eso sugiere que puedes glorificar a Dios mostrando los atributos de Él en tu vida. Cuando otros ven características piadosas como el amor, la misericordia, la paciencia y la bondad en ti, se hacen una mejor idea de cómo es Dios. Eso lo honra a Él. Es por ello que es muy importante que seas cuidadoso con tus actitudes y tus acciones. Pablo amonestó a Timoteo a que fuera ejemplar en su «palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza» (1 Timoteo 4:12). Lo mismo debe ocurrir con cada creyente.
Otra forma de glorificar a Dios es alabarlo. David dijo: «Tributad a Jehová, oh hijos de los poderosos, dad a Jehová la gloria y el poder. Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; adorad a Jehová en la hermosura de la santidad» (Salmos 29:1-2, 9).
Uno no puede agregar nada a la gloria de Dios, pero puede proclamarla con sus palabras y sus hechos. ¿Qué imagen de Dios ven los demás en ti? ¿Le das gloria a Dios con tu vida?
Amén, sigamos proclamando la gloria de Dios, viviendo sus atributos.