RECIBE MATERIALES DE A.W. TOZER EN TU MESSENGER, para recibir materiales, CLICK AQUÍ.
Por: A. W. Tozer
Este artículo forma parte de la serie «Mi búsqueda diaria«
Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra. 2 CORINTIOS 9:8
Cuando decimos que Dios es infinito, sabemos que la gracia divina siempre será inconmensurable. Cuando cantamos sobre la gracia de Dios, por supuesto que nos maravilla. Mírate, en tu condición de pecador, y di: «La gracia de Dios tiene que ser infinita, tanto como el espacio, para perdonar a alguien tan pecador como yo».
Cuando Dios extiende su gracia a un pecador no es que esté siendo dramático. Simplemente actúa como Él es, y jamás actuará de otra forma que no sea tal como es Dios.
Pensemos, por ejemplo, en un hombre a quien la justicia haya condenado. Cuando ese hombre le vuelve la espalda a la gracia divina en Cristo y se niega a ser rescatado, llega el momento en que Dios debe juzgarlo y cuando Dios juzga al hombre, actuará tal como es. Cuando Dios muestra su amor a la raza humana, está actuando tal como es. Cuando Dios muestra su juicio a los ángeles que se rebelaron, actúa tal como es. Dios siempre actúa en conformidad con la plenitud de su propia naturaleza, santa, perfecta, simétrica. Dios siempre siente su sobreabundante plenitud de bondad, y la siente en armonía con todos sus otros atributos.
No hay nada que pueda hacer que alabemos más a Dios, que saber que siempre actúa tal como es.
Sublime gracia del Señor
Que a mí pecador salvó;
Fui ciego mas hoy miro yo
Perdido y él me amó.
JOHN NEWTON (1725-1807)
Querido Señor Jesús, mi maravilloso Salvador, ¡cómo te bendigo por la gracia que pudo salvar a alguien pecador como yo! Te adoro porque has hecho que mi adoración sea digna de ti. Amén y amén.