ÚNETE A NUESTRO GRUPO DE WhatsApp o Telegram. Y recibe materiales todos los días.
Por: Jeremiah Burroughs*
Cuando estén descontentos, descubrirán la raíz de cualquier descontento si estudian bien sus corazones. Muchos hombres y mujeres están descontentos, y la verdad es que no saben por qué. Piensan que esto y lo otro es la causa. Pero un hombre o una mujer que conoce su propio corazón pronto descubrirá dónde radica la raíz de su descontento: «Esta yace en cierta corrupción y desorden de mi corazón, que por la misericordia de Dios ahora he encontrado».
Es similar al caso de un niño pequeño que está muy rebelde en la casa, y cuando entra un extraño no sabe cuál es el problema. Tal vez le dará al niño un sonajero, una nuez o algo por el estilo para calmarlo, pero cuando llega la que lo cuida, ella conoce el temperamento y la disposición del niño y, por lo tanto, sabe cómo calmarlo. Así mismo es con esto. Cuando somos extraños a nuestros propios corazones, estamos grandemente descontentos y no sabemos cómo calmarnos a nosotros mismos, porque no sabemos dónde reside la inquietud.
*Jeremiah Burroughs (1599-1646) fue amado por su predicación y su espíritu amable y fue perseguido por su inconformidad con la Iglesia de Inglaterra. Sintiéndose obligado a huir a Holanda por un tiempo, finalmente regresó a Inglaterra y predicó en las congregaciones de Stepney y Cripplegate en Londres, dos de las congregaciones más grandes de Inglaterra. También sirvió como miembro de la Asamblea de Westminster hasta su muerte en 1646.