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Por: George Whitefield
Este artículo forma parte de la serie: 365 días con George Whitefield
Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. Juan 6:39
Dios se preocupará especialmente de guardar a los suyos. Cuando todos los malvados queden destruidos, los cristianos irán a una pequeña ciudad y morarán en Goshen hasta que Dios llame al hogar a su antiguo pueblo judío. De modo que Dios se ocupará de su pueblo, de que estén a salvo […] y en el gran día, cuando Jesucristo condene a los malvados diciendo: <<Apartaos de mí, malditos», el pueblo de Dios elevará sus voces llenas de majestad y triunfales.
Lo cual hizo a un buen hombre decir a su hijo, justo antes de morir: «Me temo que no volveré a verte hasta que oiga a Jesucristo decirte: «Apártate, maldito»>». Hace algunos años, estuve en el juicio de una persona terriblemente vil y, ante la incógnita de si sería declarado culpable o no, cuando llegó el veredicto de culpabilidad y el público lo oyó, vino a recibirlo entre aplausos. Ya fuera justo o injusto, lo consideré un símbolo de ese terrible día en el que los ángeles de Dios y sus santos dirán «amén» cuando Dios con-signe los malvados al Infierno. ¡Que Dios te conceda que no sea ese tu caso! Dice el profeta: «Desde el mar darán voces>> (Isaías 24:14). Algunos estarán al otro lado del Atlántico, en el extranjero, mientras que otros estarán en su país. Sin embargo, ya estén en su país o en el extranjero, aunque se hayan exiliado por la persecución, aunque hayan sido expulsados al otro lado del Atlántico, tal como ha sido el caso de muchos en el pasado, «darán voces»; encontrarán al mismo Dios en el extranjero que en su país.
*George Whitefield, (1714 – 1770). Ministro de la Iglesia de Inglaterra, evangelista en el Gran Despertar, uno de los fundadores del metodismo, nacido en Gloucester, Inglaterra. Lea más de su biografía en este enlace.
Tomado de «365 días con George Whitefield«, lecturas seleccionadas y editadas por Randall J. Pederson, puedes adquirirlo en este enlace.