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Por: A. W. Tozer
Este artículo forma parte de la serie «Encuentros con el Dios Todopoderoso»
¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él. JUAN 14:21
Dios, siendo Él mismo Dios, un ser increado, que no deriva de nadie, que no debe nada a nadie, ¡debe ser necesariamente la fuente de todo el amor que existe! Por eso digo que como nuestro Dios, Él debe amarse a sí mismo para siempre con amor puro y perfecto. Esta clase de amor, el amor de Dios, santo y sin mancha, es el amor que las tres Personas de la Deidad sienten y se tienen entre sí. El Padre al Hijo; el Hijo al Padre; el Padre y el Hijo al Espíritu; el Espíritu al Padre y al Hijo: la divina Trinidad en el amor perfecto, irreprochable y apropiado; amándose unos a otros con una santa y derramada devoción.
Las tres fuentes de la Trinidad, eterna, infinita, vertiéndose sin medida entre sí desde el mar sin fondo, sin límites y sin orillas del amor perfecto y de la bienaventuranza […] Dios, siendo el que es y lo que es, es Él mismo el único ser que puede amar directamente. Todo lo demás y todos los demás que Dios ama, Él ama por su propio bien.
Señor Dios, muchas veces no logro ver cuán profundo, largo, ancho y amplio es tu amor. Dame ojos para ver y un corazón para recibir tu amor por mí. Amén.
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