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Por: John Owen

Este artículo forma parte de la serie: Victoria sobre el pecado

Es nuestro deber perfeccionar la santidad en el temor de Dios y crecer en gracia cada día

Es nuestro deber perfeccionar «la santidad en el temor de Dios» (2 Co. 7:1), «crecer en gracia» cada día (cf. 1 P. 2:2; 2 P. 3:18), que «nuestro hombre interior se renueve día a día» (2 Co. 4:16).

1 Pedro 2.2 Deseen como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcan para salvación.

2 Pedro 3.18 Antes bien, crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

Esto entonces no puede lograrse sin la mortificación diaria del pecado. El pecado pone resistencia contra cada acto de santidad y contra cada grado de nuestro crecimiento. Que nadie piense que hace algún progreso en la santidad si no camina sobre los cuerpos muertos de sus concupiscencias. El que no mata el pecado que se coloca en su camino, no está dando pasos que lo acerquen al fin de su viaje. Aquel que no encuentra oposición del pecado y que no se dispone a mortificarlo en cada oportunidad, está en paz con él y no está muriendo al mismo.

Este es entonces el primer principio general de nuestro discurso: A pesar de la meritoria mortificación (si puede llamarse así) de todos los pecados en la cruz de Cristo; a pesar de que la base real de la mortificación universal fue establecida en nuestra primera conversión por medio de la convicción de pecado, humillación por el pecado y la implantación de un nuevo principio opuesto y destructor del mismo aun así, el pecado permanece, actúa y obra de tal forma en el mejor de los creyentes mientras viven en este mundo, de modo que la mortificación diaria y constante del mismo todos los días es obligatoria para ellos.

Fragmentos extraídos del libro «Victoria sobre el pecado y la tentación» de John Owen, puede ver más detalles HACIENDO CLIC AQUÍ

*John Owen (1616 – 24 de agosto de 1683) fue un líder de una iglesia congregacional inglesa, teólogo y administrador académico de la Universidad de Oxford. Conocido también como el “Príncipe de los puritanos”.


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