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Por: Thomas Brooks
El que quiera sacar provecho de lo que lee, debe leer y meditar. La meditación es el sustento de sus almas, es el estómago y el ácido natural que permite que las verdades espirituales sean digeridas. Tan pronto como sea posible que un hombre pueda vivir sin su corazón, así mismo se podrá sacar provecho de lo que se lee sin meditación. «La oración —dice Agustín— sin meditación es seca y formal, y la lectura sin meditación es inútil e infructuosa».
El que quiera ser un estadista sabio, prudente y con experiencia, no debe andar o pasar apresuradamente por muchas ciudades, países, costumbres, leyes y modales de las personas sin meditar y reflexionar seriamente sobre tales cosas que pueden convertirlo en un experto estadista, y así mismo aquel que quiere sacar provecho de las lecturas, que quiere afinar su conocimiento, que quiere perfeccionar su experiencia en las cosas espirituales, no debe andar o pasar de manera apresurada y ligera este o aquel libro, sino meditar en lo que lee, así como María meditaba y guardaba las palabras del ángel en su corazón (cf. Lc. 2:19).
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*Thomas Brooks (1608-1680): Predicador congregacional; autor de Preciosos remedios contra las artimañas de Satanás (Precious Remedies against Satan’s Devices). Lee más datos biográficos EN ESTE ENLACE. Foto de Rod Long en Unsplash
