RECIBE MATERIALES DE A.W. TOZER EN TU MESSENGER, para recibir materiales, CLICK AQUÍ.
Por: A. W. Tozer
Este artículo forma parte de la serie «Mi búsqueda diaria«
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. HEBREOS 4:16
El plan redentor de Dios fue desarrollándose tal como Él lo planeó, y se cumplió en Cristo Jesús tal como lo tenía planeado desde la eternidad.
La gracia no llegó cuando Cristo nació en un pesebre, ni cuando fue bautizado ni ungido por el Espíritu. No vino cuando Él murió en la cruz, ni cuando resucitó de entre los muertos ni cuando subió para estar a la diestra del Padre.
La gracia vino desde el principio más antiguo, a través de Jesucristo el Hijo eterno, y se manifestó en la cruz del Calvario. Siempre ha estado allí, obrando, desde el principio mismo.
Si Dios no hubiera obrado en gracia, habría eliminado a la raza humana aplastando a Adán y a Eva bajo su talón en terrible juicio, porque se lo buscaron. Como Dios es un Dios de gracia y puesto que ya tenía planeada la eternidad, el Cordero de Dios fue inmolado antes de la creación del mundo. No había humillación ni vergüenza en el plan divino. Dios no dio un paso atrás ni dijo: «Oh, lo siento… me equivoqué en esto…» No. Dios simplemente siguió cumpliendo su plan redentor.
Sublime gracia del Señor
Que a mí pecador salvó;
Fui ciego mas hoy miro yo
Perdido y él me amó.
En los peligros o aflicción
Que yo he tenido aquí
Su gracia siempre me libró
Y me guiará feliz.
JOHN NEWTON (1725-1807)
Precioso Señor Jesús, me inclino ante ti y te agradezco por la gracia que hizo posible mi redención. Alabado sea tu nombre. Amén.