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Por: George Whitefield
Este artículo forma parte de la serie: 365 días con George Whitefield
Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 1 Juan 4:1
Para poder caminar cerca de Dios, sus hijos no solo deben observar los movimientos de la providencia de Dios con respecto a ellos, sino también los movimientos de su bendito Espíritu en sus corazones. Dice Romanos 8:14: «Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios». Sus hijos deben entregarse a la guía del Espíritu Santo, tal como un niño extiende su mano para que le guíe un cuidador o un padre.
Es indudable que, en este sentido, debemos convertirnos y ser como niños pequeños. Y, aunque pretender ser guiados por el Espíritu sin la Palabra escrita sea la conducta típica de los fanáticos, todo cristiano está obligado a guiarse por el Espíritu en conjunción con la Palabra escrita de Dios.
Te ruego, pues, creyente, que observes los movimientos del bendito Espíritu de Dios en tu alma, y que siempre pongas a prueba las indicaciones o impresiones que sientas en todo momento con la regla infalible de la santísima Palabra de Dios. Si no concuerdan con ella, recházalas como diabólicas y engañosas. Si mantienes esta cautela, podrás evitar los dos extremos en los que muchos de nuestra generación corren el peligro de caer. Me refiero al fanatismo y el deísmo, por un lado, y la incredulidad más absoluta por el otro.
*George Whitefield, (1714 – 1770). Ministro de la Iglesia de Inglaterra, evangelista en el Gran Despertar, uno de los fundadores del metodismo, nacido en Gloucester, Inglaterra. Lea más de su biografía en este enlace.
Tomado de «365 días con George Whitefield«, lecturas seleccionadas y editadas por Randall J. Pederson, puedes adquirirlo en este enlace.
Excelente enseñanza y muy buena aplicación de la tecnología bíblica