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Por: A. W. Tozer
Este artículo forma parte de la serie «Encuentros con el Dios Todopoderoso»
Le contestó Jesús: —El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él. JUAN 14:23
Lo que tenemos en la doctrina cristiana del Espíritu Santo es la Deidad presente entre nosotros. No solo es el mensajero de Dios; Él es Dios. Él es Dios en contacto con sus criaturas, haciendo en ellas y entre ellas una obra salvadora y renovadora. Las Personas de la Deidad nunca obran por separado. No nos atrevemos a pensar en ellas de tal manera que «dividan la sustancia». Cada acto de Dios lo realizan las tres Personas. Dios nunca está presente en ninguna parte en una Persona sin las otras dos.
Él no puede dividirse a sí mismo. Donde está el Espíritu, también están el Padre y el Hijo. «Vendremos a él, y haremos morada con él» (Juan 14:23). Para la realización de alguna obra específica, una Persona puede ser por el momento más prominente que las otras, pero nunca está sola. Dios está presente por completo dondequiera que esté.
Dios Todopoderoso, no puedo comprender por completo cómo obras, pero confío en que tu palabra es verdadera y que solo tú obras en perfecta unidad. Ayúdame a comprender más profundamente tus caminos, a fin de que pueda glorificarte y proclamarles tu bondad a todos los que encuentre. Amén.
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