Por: Juan Calvino.
Este artículo forma parte de la serie: 365 días con Juan Calvino.
Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios, no sea que os despedace, y no haya quien os libre. Salmo 50:22
LECTURA ADICIONAL RECOMENDADA: Isaías 55
Este versículo ofrece la clase de enseñanza severa completamente indispensable cuando nos enfrentamos a los hipócritas endurecidos, que se burlarían de cualquier otra enseñanza. Si bien el salmista amenaza a sus oyentes con la intención de alarmarlos, también les ofrece la esperanza de ser perdonados si se avienen a buscarlo con la mayor celeridad.
A fin de impedir que se demoren más aún, les advierte de la severidad fulminante del juicio de Dios. También los acusa de mostrar una vil ingratitud al olvidar a Dios. ¡Qué prueba más extraordinaria tenemos aquí de la gracia de Dios al extender su misericordia a corruptos que habían profanado su adoración, que se habían burlado osadamente de su paciencia y que se habían entregado a crímenes escandalosos!
Al llamarlos al arrepentimiento, Dios extiende a los pecadores la esperanza de la reconciliación con él, de tal manera que se atrevan a presentarse ante su majestad. ¿Cabe concebir mayor clemencia que la de invitar a su presencia y al seno de la Iglesia a tan pérfidos apóstatas y transgresores del pacto, que se habían apartado de la doctrina de la piedad en la que se les había educado?
Grande como es, haremos bien en pensar que no es mayor de la que nosotros mismos hemos disfrutado. También nosotros nos hemos apartado del Señor, y solo su misericordia única nos ha traído de vuelta a su redil.
MEDITACIÓN: Como padres, solemos advertir a nuestros hijos de los peligros que les acechan aun cuando los protegemos de ellos. Teniendo eso en mente, ¿de qué manera las advertencias que Dios nos hace en capítulos como el Salmo 50 e Isaías 55, y en los libros de Hebreos y Apocalipsis, fomentan la perseverancia de los santos?
Tomado de «365 días con Juan Calvino«, lecturas seleccionadas y editadas por Joel Beeke, puedes adquirirlo en este enlace.
*Juan Calvino (1509-1564) fue un reformador francés, pastor y teólogo, considerado entre los más grandes reformadores protestantes, lea más de su biografía en este enlace.