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Por: Thomas Brooks

Este artículo forma parte de la serie: Enmudecido bajo la disciplina de Dios.

Respuesta 4: Si por tu aflicción te conformas más a Cristo en Sus virtudes, ciertamente tus aflicciones son en amor.

Muchos que se ajustan a Cristo en Sus sufrimientos, no se conforman a Cristo en Sus virtudes por sus sufrimientos. Muchos están en pobreza, abandono, vergüenza, desprecio, reproche, etc., como lo estaba Cristo, pero por estas cosas no son hechos más como Cristo en Su mansedumbre, humildad, piedad, santidad, justicia, fidelidad, utilidad, bondad, contentamiento, paciencia, sumisión, sujeción.

¡Oh, pero si en estas cosas son hechos más semejantes a Cristo, no hay duda de que sus aflicciones son en amor! Si por medio de las aflicciones el alma es conducida a mostrar o proclamar las virtudes de Cristo (como esa palabra expresa en 1 Pedro 2:9), entonces ciertamente esas aflicciones son en amor; pues nunca tienen tal operación sino donde son puestas en marcha por una mano de amor.

Cuando Dios golpea como enemigo, entonces todos esos golpes no hacen más que hacer al hombre más enemigo de Dios (como se ve en Faraón y otros); pero cuando los golpes de Dios son golpes de amor, ¡oh, entonces no hacen más que acercar el alma a Cristo y transformar el alma más y más a la semejanza de Cristo (cf. Is. 26:8-10; Jer. 6:3; Am. 6:1).

Isaías 26:8-10 Ciertamente, siguiendo la senda de tus juicios, Oh Señor, te hemos esperado. Tu nombre y Tu memoria son el anhelo del alma. En la noche te desea mi alma, en verdad mi espíritu dentro de mí te busca con diligencia. Porque cuando la tierra tiene conocimiento de Tus juicios, aprenden justicia los habitantes del mundo. Aunque se le muestre piedad al impío, no aprende justicia. Obra injustamente en tierra de rectitud, y no ve la majestad del Señor.

Si por tus aflicciones eres hecho más santo, humilde, piadoso, etc., ellas son en amor. Cada cristiano afligido debe esforzarse por ser honrado con ese elogio de Salviano: «Un excelente discípulo de un extraordinario maestro».

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*Thomas Brooks (1608-1680): Predicador congregacional; autor de Preciosos remedios contra las artimañas de Satanás (Precious Remedies against Satan’s Devices). Lee más datos biográficos EN ESTE ENLACE.


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