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Por: John MacArthur

Este artículo forma parte de la serie de devocionales «Fortaleza para hoy»

«Que andéis … con toda humildad».

Debemos caminar como Cristo. Nuestra falta de conformidad a su norma debería hacernos humildes.

¿Cuál fue su experiencia más humillante? La vida está llena de momentos embarazosos, pero la experiencia más confrontante que tuve fue cuando prediqué a través del Evangelio de Juan. Por dos años —ochenta y ocho sermones, casi cien horas de predicación, de dos a tres mil horas de estudio— me enfrenté constantemente con la deidad de Jesucristo. Vivir con la deidad de Cristo día tras día y compararse continuamente con Él es una de las cosas más saludables y honrosas que uno puede hacer.

Eso nos lleva a otro paso hacia la humildad: la conciencia de Cristo. Cuando nos comparamos con nosotros mismos, nos enorgullecemos. Pero «el que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo» (1 Juan 2:6). Cuando usted pueda decir: «Me complace anunciar que ahora camino como Jesús», tendrá derecho a enorgullecerse. Pero nadie le creerá.

Jesús fue el hombre perfecto. No cometió pecado. Dio todas las respuestas correctas y tuvo la actitud perfecta en cada situación. Él sabía exactamente cómo ayudar a todos los que necesitaban ayuda. Al leer los evangelios, vemos una y otra vez cómo manejó Cristo todo aquello a la perfección.

Incluso al ver su humanidad, nos damos cuenta de lo pequeños que somos. Pero cuando vemos su deidad, nos sentimos aun más pequeños. Él creó todo (Colosenses 1:16). Convirtió el agua en vino, calmó tormentas, expulsó demonios, sanó a innumerables personas y dio vida a los muertos. Después de su crucifixión, resucitó de entre los muertos y se sentó a la diestra del Padre (Efesios 1:19-20).

Algún día regresará, llevará a su pueblo a casa y finalmente destruirá todo el mal. A pesar de la deidad perfecta de Jesús y de su humanidad perfecta, vino a servir (Marcos 10:45). ¿Cómo podemos estar orgullosos si Jesucristo se humilló a sí mismo? ¿Qué cosa justa hemos hecho que se compare con su vida perfecta?


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