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Por: Jeremiah Burroughs*
Este artículo forma parte de la serie: El contentamiento cristiano
EL CRISTIANO CONTENTO COMPENSA SUS CARENCIAS EN DIOS
Otro misterio que se halla en el contentamiento es este: el corazón piadoso disfruta mucho de Dios en todo lo que tiene, y sabe cómo compensar todas sus carencias en Dios mismo. Ese es otro misterio, él tiene a Dios en lo que tiene. Hablé de eso un poco anteriormente al mostrar el roció de la bendición de Dios en lo que él tiene, ya que Dios puede disponer una gran parte de Su poder en las cosas pequeñas. Por lo tanto, los milagros que Dios ha obrado han sido tanto en las pequeñas cosas como en las grandes. Entonces, así como Dios dispone una gran parte de Su poder para obrar milagros en las cosas más pequeñas, también dispone una gran cantidad de bondad y misericordia para consolar y alegrar los corazones de Su pueblo, tanto en las cosas pequeñas como en las grandes. Puede haber tantas riquezas en una perla como en una gran cantidad de madera. Pero esto es algo diferente.
Además, si al corazón lleno de gracia -que vive sobre el rocío de Dios en lo poco que tiene- le es quitado lo poco que tiene, ¿qué hará entonces? Entonces dirás: «Si un hombre no tiene nada, nada se puede sacar de la nada». Pero si a los hijos de Dios se les quita lo poco que tienen, pueden compensar todas sus necesidades en Dios mismo. Tal hombre es un hombre pobre, los saqueadores vinieron y se llevaron todo lo que tenía, ¿qué hará él ahora que todo se ha ido? Pero cuando todo se ha ido, hay un arte y una habilidad que la piedad enseña para compensar todas esas pérdidas en Dios. Muchos hombres, cuyas casas se han quemado, se reúnen y restauran un poco por muchas manos. Pero el hombre piadoso sabe a dónde ir para restaurar todo, en Dios mismo, para que pueda disfrutar de la quintaesencia de este bien y el consuelo que tenía antes, porque el hombre piadoso no vive tanto en sí mismo como vive en Dios.
Ahora bien, esto es un misterio para el corazón carnal. Digo que el hombre lleno de gracia no vive tanto en sí mismo como en Dios; él vive en Dios continuamente. Si algo es bloqueado de la corriente, él sabe cómo ir a la fuente, y lo compensa todo allí. Dios es su todo en todos mientras él vive. Digo nuevamente que es Dios quien es su todo en todos. <<¿No te soy yo -dijo Elcana a Ana- mejor que diez hijos?» (1 S. 1:8). Así dice Dios al corazón lleno de gracia: «Careces de esto, tus bienes han sido saqueados, pero ¿no soy yo para ti mejor que diez hogares y diez tiendas? Yo soy para ti en lugar de todo, pero no solo en lugar de todo, sino que ven a mí y tendrás todo de nuevo en mí». De hecho, este es un excelente arte: poder extraer de Dios lo que uno tenía antes en las cosas creadas.
Foto de Daniel Reche
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*Jeremiah Burroughs (1599-1646) fue amado por su predicación y su espíritu amable y fue perseguido por su inconformidad con la Iglesia de Inglaterra. Sintiéndose obligado a huir a Holanda por un tiempo, finalmente regresó a Inglaterra y predicó en las congregaciones de Stepney y Cripplegate en Londres, dos de las congregaciones más grandes de Inglaterra. También sirvió como miembro de la Asamblea de Westminster hasta su muerte en 1646.