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Por: Charles Stanley
Los sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Jehová, estuvieron en seco, firmes en medio del Jordán, hasta que todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jordán. JOSUÉ 3.17
Después de vivir en la esclavitud en Egipto por ser desobedientes y deambular por el desierto durante cuarenta años, el pueblo de Israel se volvió a Dios con un corazón sincero y sumiso. Al acercarse a la tierra prometida por segunda vez, lo hicieron sin quejarse o vacilar. Estaban listos para obedecer, por irrazonables que parecieran los mandamientos de Dios.
Así que cuando el Señor les dijo que llevaran el símbolo más preciado de su presencia, el arca del pacto, hasta la mitad del río Jordán inundado, lo hicieron. Y debido a que obedecieron, Dios dividió las aguas y les permitió pasar en seco.
Cuando usted toma a Dios en serio, Él le bendice por eso. Así que sin importar lo que Él le instruya a hacer hoy, confíe en que lo guiará. Présteles atención a las señales de alerta en su espíritu, obedezca los principios de las Escrituras que Dios le muestre, y avance por fe cuando Él le llama. Tome a Dios en serio, porque las bendiciones siempre siguen cuando usted lo hace.
Padre, quiero vivir en obediencia a tu voluntad para mi vida. Ayúdame a someterme en cualquier momento que me llames. Amén.
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