Por: Tom Pennington
[Wayne Grudem escribe: «La adoración genuina no es algo que se genere por sí misma o que se pueda crear dentro de nosotros. Debe ser más bien la efusión de nuestros corazones en respuesta a la comprensión de quién es Dios». La adoración no es una emoción que se despierta dentro de uno mismo. Más bien, la adoración es nuestra respuesta razonable y normal al vislumbrar la gloria del ser infinito de Dios. La adoración, entonces, es teocéntrica, es decir, centrada en Dios. Es una respuesta a un despliegue visible de la gloria de Dios, o a una mayor comprensión de quién es Dios a través de Su Palabra. Nuestra única respuesta razonable a Él es la adoración (Ro 12:1-2). Dado que solo llegamos a conocer a Dios a través de Su Palabra, es imperativo que la Escritura sea prominente en la adoración corporativa, nuestra respuesta colectiva a Dios.
Trágicamente, el servicio de adoración contemporáneo se define y caracteriza a menudo por la emoción. Si bien es cierto que las emociones están involucradas en la adoración, la emoción en sí misma no es la adoración. La gente expresa sus emociones todo el tiempo. Asiste a un evento deportivo y verás una amplia gama de emociones, pero ninguna de ellas será adoración. El fundamento de la adoración bíblica no son nuestras emociones; sino que, la adoración se basa en un correcto conocimiento de Dios. Por lo tanto, nuestra adoración solo puede llegar tan alto, como tan profundo sea nuestro conocimiento de Dios. Están inextricablemente unidos. John MacArthur escribe: «La persona que quiere adorar a Dios debe, por lo tanto, tener un compromiso fiel con la Palabra de Dios». Block añade: «La integridad de la adoración depende de la claridad de la revelación divina y del nivel de nuestra comprensión de la voluntad de Dios».
La adoración, entonces, es una respuesta a la gloria de Dios y a Su Palabra. Solo cuando lo veas a Él, adorarás de verdad. Es posible emocionarse sin Dios y Su Palabra, pero no se puede adorar verdaderamente aparte de la clara revelación de Él en Su Palabra.
Fragmentos tomados del libro Tres distintivos de un miembro bíblico en la iglesia, puede conocer más detalles del libro HACIENDO CLIC AQUÍ