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Por: A. W. Tozer
Este artículo forma parte de la serie «Encuentros con el Dios Todopoderoso»
¡No hay nadie como tú, SEÑOR! ¡Grande eres tú, y grande y poderoso es tu nombre! JEREMÍAS 10:6
El cristianismo se eleva como un águila y sobrevuela la cima de todos los picos de las montañas de todas las religiones del mundo, en especial debido a su elevado concepto de Dios, el cual se nos dio por revelación divina y por la venida del Hijo de Dios para encarnarse como hombre y habitar entre nosotros.
El cristianismo, la gran iglesia, ha vivido durante siglos del carácter de Dios. Ha predicado a Dios, ha orado a Dios, ha declarado a Dios, ha honrado a Dios, ha elevado a Dios, ha dado testimonio de Dios, del Dios trino. Sin embargo, en los últimos tiempos, se ha sufrido una pérdida. Hemos sufrido la pérdida de ese concepto elevado de Dios, y el concepto de Dios que ahora utiliza la iglesia evangélica promedio es tan bajo que es indigno de Dios y una vergüenza para la iglesia. Por negligencia, error degenerado y ceguera espiritual es que algunos dicen que Dios es su «socio» o «el hombre de arriba». Una universidad cristiana publicó un folleto titulado «Cristo es mi mariscal de campo». Él siempre nos avisa la jugada perfecta. Y cierto hombre de negocios se citó diciendo: «Dios es un buen socio y me agrada» […]
Si podemos restaurarles de nuevo el conocimiento de Dios a los hombres, podemos ayudar de alguna manera pequeña a lograr una reforma que les restaurará a Dios de nuevo a los hombres.
Dios Todopoderoso, perdóname por tener un concepto tan bajo de ti. Sé que eres mucho más grande de lo que jamás podría imaginar, así que dame la humildad para reconocer que nunca te entenderé por completo y que siempre viviré con temor reverente por lo que eres. Amén.