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Por: Jeremiah Burroughs*

Este artículo forma parte de la serie: El contentamiento cristiano

Preguntarás: <<¿Puedo tener la fuerza de Cristo?» Sí, esa fuerza es transferida a ti por la fe. De ahí que la Escritura diga que el Señor es nuestra fortaleza (cf. Jer. 16.19). Dios mismo es nuestra fortaleza y Cristo es nuestra fortaleza. Hay muchos pasajes de las Escrituras a este respecto: que la fuerza de Cristo es tuya, transferida a ti, para que puedas sobrellevar lo que sea que es puesto sobre ti. Y por eso encontramos tal expresión extraña en la epístola de San Pablo a los Colosenses, orando por los santos: «Para que puedan ser fortalecidos con todo poder conforme a Su poder glorioso». ¿Para qué? «Para toda paciencia y longanimidad con gozo» (Col. 1:11).16

Por lo tanto, no debes contentarte con un poco de fuerza, de modo que puedas sobrellevar lo que un hombre puede sobrellevar por la fuerza de la razón y la naturaleza, sino que debes ser fortalecido con todo poder conforme al poder glorioso de Dios, para toda paciencia y toda longanimidad. ¡Oh, tú, que ahora estás bajo aflicciones muy pesadas y lamentables más que aflicciones ordinarias, mira este pasaje de la Escritura y considera cómo se cumple en ti!

¿Por qué no puedes ver que estas palabras de la Escritura se cumplan en ti, si eres piadoso? No debes estar quieto en tu propio espíritu a menos que en cierta medida consigas que estas palabras de la Escritura se cumplan en ti, de modo que puedas decir con algo de consuelo lo siguiente: <<Por la misericordia de Dios, encuentro viniendo a mi esa fuerza de la que se habla en este pasaje de la Escritura». Cuando estés bajo alguna gran aflicción (tú que eres piadoso), debes esforzarte a andar de tal manera que otros puedan ver que tales palabras de la Escritura se han cumplido en ti.

Este es el glorioso poder de Dios que fortalece a Sus siervos para toda longanimidad, y eso con alegría. Desafortunadamente, puede ser que no ejerzas tanta paciencia como un hombre sabio o una mujer sabia puede ejercer, y quienes solo tienen la razón natural. ¿Dónde está el poder de Dios, el glorioso poder de Dios? ¿Dónde está el fortalecimiento con todo poder, para toda longanimidad y paciencia, y eso con gozo? Es cierto que el espíritu de un hombre puede ser capaz de soportar sus debilidades, o puede ser capaz de sostener y mantener su espíritu, el espíritu natural del hombre. ¡Pero cuánto más entonces cuando el espíritu es ejercitado con gracia y santidad, y cuando está lleno de la fuerza de Jesucristo! Esta es la forma en que el hombre piadoso obtiene contentamiento; su misterio es al obtener fuerza de Jesucristo.

Fragmentos tomados del libro «La rara joya del contentamiento cristiano», puede obtener más detalles de este libro AQUÍ.

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*Jeremiah Burroughs (1599-1646) fue amado por su predicación y su espíritu amable y fue perseguido por su inconformidad con la Iglesia de Inglaterra. Sintiéndose obligado a huir a Holanda por un tiempo, finalmente regresó a Inglaterra y predicó en las congregaciones de Stepney y Cripplegate en Londres, dos de las congregaciones más grandes de Inglaterra. También sirvió como miembro de la Asamblea de Westminster hasta su muerte en 1646.


Un comentario en «¿Cómo tener contentamiento en medio del sufrimiento? (2/2) – Jeremiah Burroughs»
  1. ✨ Feliz 2025! LA COMUNIÓN DE NUESTRO PRECIOSO ESPÍRITU SANTO sea con todos! Desde Venezuela Eternamente Agradecida : De corazón Gracias por compartir los fragmentos de los SECRETOS DEL CONTENTAMIENTO son PRECIOSOS para mí alma.

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