No olvides compartir ...

Por: Max Lucado

El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Mateo 20.28

Jesús rehusó guiarse por otra cosa que no fuera su alto llamado. Su corazón tenía un propósito. La meta de muchos es nada en particular y eso es lo que logran. Jesús apuntó hacia una meta: salvar del pecado a la humanidad. Él podía resumir su vida con una frase: «El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19.10). Jesús estaba tan concentrado en su tarea que sabía lo que estaba diciendo cuando exclamó: «Consumado es» (Juan 19.30). Pero no estaba tan concentrado en su meta porque fuera desagradable.

Todo lo contrario. ¡Cuán agradables eran sus pensamientos! Los niños sentían una atracción irresistible por Jesús. Él podía encontrar belleza en los lirios, gozo en la adoración y posibilidades en los problemas. Podía pasar días con multitudes de enfermos y aún sentir compasión por ellos. Pasó más de tres décadas vadeando la inmundicia y el fango de nuestros pecados, y sin embargo vio en nosotros suficiente belleza para morir por nuestras faltas.

Como Jesús


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *