Ocúpate de tu salvación con temor y temblor – Miguel Núñez (+ VIDEO)

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Por: Miguel Núñez

Este artículo forma parte de la serie «95 tesis para la iglesia de hoy» del Pastor Miguel Núñez

Hoy muchos tienen una idea tan distorsionada de la gracia que piensan que como Dios es quien lo hace todo, nosotros no tenemos ninguna responsabilidad en nuestro proceso de santificación

Basada en 1 Corintios 9:26-27

Pensar de esta manera es desconocer la Palabra de Dios. El apóstol Pablo nos anima a correr la carrera cristiana como si fuéramos a ganar un premio, y por eso dijo a los corintios: “Por tanto, yo de esta manera corro, no como sin tener meta; de esta manera peleo, no como dando golpes al aire, sino que golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo, no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado” (1 Corintios 9:26-27).

Pablo era consciente de que en nosotros permanecen “pecados remanentes” como han sido llamados, y estos combaten en contra de los deseos del Espíritu de Dios. Esos deseos pecaminosos del cuerpo necesitan ser sometidos y disciplinados o, de lo contrario, terminarán dominando nuestras vidas y llevándonos a ser descalificados. En esa misma carta, el apóstol Pablo nos recuerda que aún las cosas que me son lícitas tienen el potencial de dominarme, y que la meta del cristiano es no dejarse dominar por ninguna de ellas (1 Corintios 6:12).

El cristiano perezoso espiritualmente es un cristiano que con frecuencia sigue siendo atraído y arrastrado por las cosas que el mundo ofrece y que le seducen. Tu vida y la mía no estarán nunca satisfechas si no cambiamos esa forma de vivir. Como bien decía Jerry Bridges, un gran hombre de Dios que murió en 2016: “La santificación no es el fruto del esfuerzo humano; pero tampoco ocurrirá con simplemente dejar que Cristo viva Su vida a través de mí”. Ocúpate de tu salvación con temor y temblor, que es una forma de decir honra tu salvación con tu vida de obediencia.