Por: George Whitefield
Este artículo forma parte de la serie: 365 días con George Whitefield
Venid, hijos, oídme; el temor de Jehová os enseñaré. Salmo 34:11
La lectura de la Palabra de Dios es un deber que atañe a todo el mundo. «Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna» (Juan 5:39) es un precepto que nuestro bendito Señor mandó indistintamente a todos, pero todo cabeza de familia debe considerar que se refiere de forma especial a él mismo.
Debería considerarse un profeta y, por tanto, con la obligación de instruir en el conocimiento de la Palabra de Dios a quienes se encuentren a su cargo. Vemos que este fue el mandato que Dios entregó a Israel, puesto que habla así a su representante Moisés en Deuteronomio 6:6-7: <<Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes».
De esto cabe deducir que la única razón por la que tantos descuidan la lectura diligente de las palabras de la Escritura a sus hijos es porque estas no se encuentran en sus corazones. Porque, si lo estuvieran, de la abundancia de sus corazones hablarían sus bocas. ¿Cómo sabrán los niños las leyes de Dios a menos que alguien se las enseñe? ¿Qué puede haber más apropiado para enseñarles que las palabras de vida de Dios <«las cuales [pueden hacerles sabios] para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús» (2 Timoteo 3:15)? ¿Y quién puede haber más adecuado para instruirles por medio de estas palabras de vida que los padres, que deben estar tan preocupados por alimentarlos cada día con pan espiritual además de físico?
*George Whitefield, (1714 – 1770). Ministro de la Iglesia de Inglaterra, evangelista en el Gran Despertar, uno de los fundadores del metodismo, nacido en Gloucester, Inglaterra. Lea más de su biografía en este enlace.
Tomado de «365 días con George Whitefield«, lecturas seleccionadas y editadas por Randall J. Pederson, puedes adquirirlo en este enlace.