Por: F.B. Meyer*.
Este artículo forma parte de la serie: «120 meditaciones de F.B. Meyer«
«Deléitate asimismo en Jehová… Salmo 37:4
La gente más saludable no piensa en su salud, pero la débil podría inducirse la enfermedad por la introspección morbosa. Es decir, si usted comienza a contar los latidos de su corazón, podría trastornar la acción rítmica del corazón. Si continuamente imagina un dolor en algún lado, es posible que usted lo produzca. De igual manera, hay algunos genuinos hijos de Dios que inducen su propia oscuridad por un auto examen morboso. Siempre vuelven a analizar sus motivos, preocupándose por transgresiones pasadas y volviendo a revivir decisiones de las que se han arrepentido.
Con toda certeza hay momentos en nuestras vidas que debemos examinar nuestro interior y examinar nuestro corazón. Pero esto sólo se hace para volvernos al Señor y rendirnos a Su voluntad para que su propósito sea completo en nosotros. Si Dios nos ha perdonado, es tiempo de seguir adelante. No debemos pasar toda nuestra vida limpiando nuestras ventanas ni pensando si están limpias; en lugar de eso, deberíamos deleitarnos en la luz del sol del gozo de Dios, que fluye abundantemente a través de esas ventanas. Esa luz pronto nos mostrará qué es lo que todavía hay que limpiar y la que nos permitirá limpiarla con una precisión infalible. Medite en su propio corazón solamente lo necesario para encontrar armonía con el corazón de Dios.
Reflexión: ¿Cuál es el equilibrio entre aceptar la responsabilidad por sus actos y «pasar por alto y seguir adelante»? ¿Piensa mucho en sí mismo y lo suficiente en Dios?
*Frederick Brotherton Meyer, un contemporáneo y amigo de D. L. Moody y A. C. Dixon, fue un pastor bautista y evangelista en Inglaterra involucrado en el ministerio y el trabajo misionero en el centro de la ciudad en ambos lados del Atlántico.