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 Billy Graham, un destacado evangelista del siglo XX, afirmaba que el mayor legado, que uno puede dejar a sus nietos, no son las riquezas acumuladas, sino un legado de carácter, y fe.

Esta reflexión, invita a replantear nuestra visión, sobre lo que realmente importa en la vida, y en las relaciones intergeneracionales.

Un Cambio en la Sociedad

A lo largo de los años, la sociedad ha evolucionado, de maneras significativas. Antiguamente, era común que varias generaciones, convivieran bajo el mismo techo, compartiendo no solo el espacio físico, sino también valores, tradiciones y, sobre todo, la fe.

La figura del abuelo era esencial, actuando como un pilar de sabiduría, y guía espiritual. Hoy en día, la dinámica familiar, ha cambiado. Los abuelos a menudo, viven distanciados de sus nietos, y el enfoque en la jubilación, suele estar más relacionado, con actividades recreativas, que con el legado espiritual.

La Relevancia de los Abuelos

Como abuelos de cinco nietos, comprendemos la importancia, de no solo ser una presencia en sus vidas, sino también de dejar, una huella duradera en su carácter. La Biblia destaca, el rol vital de los abuelos, en la educación de la fe.

En Deuteronomio 4:9, se nos instruye a recordar, y transmitir las enseñanzas de Dios, a las generaciones futuras. Este versículo, nos recuerda que nuestra experiencia de vida, y nuestra relación con Dios, son fuentes de sabiduría y enseñanza, para nuestros nietos.

Los abuelos, al compartir sus historias de fe, y cómo Dios ha obrado en sus vidas, pueden proporcionar una perspectiva única, que enriquece la vida espiritual, de sus nietos.

Cada anécdota, cada testimonio, se convierte en un ladrillo, en la construcción del legado espiritual, que perdurará más allá de nuestra existencia.

Una Vida Viva y Fructífera

El Salmo 92:12-15, nos ofrece una imagen hermosa, de los justos floreciendo incluso, en la vejez. Este pasaje, no solo habla de la longevidad, sino de la vitalidad, y la capacidad de seguir dando frutos. Como abuelos, tenemos la responsabilidad, y la oportunidad de vivir de manera, que nuestros nietos vean en nosotros, un ejemplo de fe activa, y amor por Dios.

La idea de que, “aun en la vejez darán fruto”, implica que nuestras acciones, y decisiones continúan teniendo un impacto. Esto no solo se refiere, a la transmisión de valores, sino también, a cómo vivimos nuestra fe diariamente.

Al involucrarnos en la comunidad, servir en la iglesia, y ser mentores de los más jóvenes, estamos demostrando que la vida de fe, no tiene fecha de caducidad.

Precursores de la Fe Generacional

El Salmo 145, refuerza la idea de que, una generación debe alabar a otra, compartiendo las obras poderosas de Dios. Este ciclo de alabanza y testimonio, se inicia en el hogar, donde los abuelos, tienen un papel fundamental, en la formación de la fe de sus nietos.

A través de la oración, el diálogo y la narración de nuestras experiencias, sembramos semillas de fe, que pueden florecer en las próximas generaciones.

Como abuelos, es esencial ser conscientes, de que nuestro legado va más allá de los bienes materiales. Al construir un ambiente, donde se hable de la fe, y se comparta la bondad de Dios, estamos creando un refugio, donde nuestros nietos pueden encontrar seguridad, y guía. Esto es lo que realmente, nutre el carácter: un entorno de amor, fe y esperanza.

Reflexiones Finales

En un mundo, que tiende a valorar lo material, sobre lo espiritual, es crucial que los abuelos revaloricen, su papel en la familia, y la comunidad. El carácter y la fe, que transmitimos a nuestros nietos, no solo les proporcionarán una brújula moral, sino que también les ofrecerán, un sentido de propósito, y conexión con Dios.

En conclusión, el verdadero legado de un abuelo, no se mide en la cantidad de bienes materiales que deja, sino en el amor, la fe y el carácter, que infunde en las generaciones venideras.

Al vivir de manera intencional, y ser ejemplos de una fe viva, podemos asegurarnos de que el mensaje de Dios, continúe resonando a través de los años, enriqueciendo no solo a nuestros nietos, sino a toda la comunidad, que nos rodea.

Artículo por: Crosswalk.com. Publicado por: NOTICIACRISTIANA.COM


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