Por: Dwight Moody
Este artículo pertenece a la serie: «120 meditaciones de D.L. Moody»
«Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él». PROVERBIOS 22:6
Un niñito, mientras correteaba, recogía flores silvestres y briznas. Cada vez que se acercaba a donde estaba su padre le decía: «¡Bonito! ¡Bonito!»
Finalmente, el padre se durmió y, mientras dormía, el niñito se alejó.
Cuando el padre despertó, si primer pensamiento fue: ¿Dónde está mi hijo? Miró a todos lados, pero no podía verlo. Gritó lo más fuerte que pudo, pero todo lo que escuchó fue el eco de su voz. Corrió a una pequeña colina, miró a todos lados y volvió a gritar. ¡Ninguna respuesta! Entonces fue a un precipicio que estaba a cierta distancia, miró hacia abajo y allí, en las piedras y zarzas, vio la forma desfigurada de su hijo amado. Corrió al lugar, tomó el cuerpo sin vida, lo apretó en su pecho, y se culpó por ser el asesino de su hijo. Mientras dormía, su hijo se había alejado hacia el precipicio.
¡Qué ilustración de la Iglesia de Dios! Cuántos padres y madres, cuántos cristianos y cristianas están durmiendo mientras sus hijos se alejan hacia el precipicio, justo hacia el profundo abismo. A los pequeños que tenga bajo su cuidado-sus propios hijos, estudiantes, vecinos-hábleles de los peligros de este mundo y del Dios que ofrece protección.
Reflexión: Piense en los niños que tiene en su vida. ¿Cómo puede enseñarles de mejor manera los caminos de Dios? ¿De qué maneras puede guiar con el ejemplo?
*Dwight Moody conocido como D.L. Moody, fue un evangelista, además de fundar la Iglesia Moody, la escuela Northfield y escuela Mount Hermon en Massachusetts, el Instituto Bíblico Moody y la Moody Press. Lee su biografía HACIENDO CLIC AQUÍ.