No olvides compartir ...

Esta oración forma parte de la serie: Orando con los puritanos

Por: Isaac Ambrose

Señor, no he cumplido con mi deber en mi propia familia, entre los cristianos, en las iglesias de Cristo. No he hecho lo que prometí. No he servido a mi generación ni he ayudado a edificar la obra de Sion.

Y ahora, Señor, ¿qué puedo decir?

¿Está mi nombre escrito en el corazón de Cristo? Si tuviera la gloria de todo el mundo, si tuviera diez mil mundos y diez mil vidas, todo lo dejaría, con tal de asegurar mi pobre y temblorosa alma.

Mi sed no puede ser apagada, y mi deseo por Jesús es tan ávido como la tumba, con brasas de fuego y la llama más ardiente.

Señor, has dicho que estaré casado contigo para siempre, y esto es lo que deseo. ¡Cumple lo que has dicho! Me rompería el corazón si algún día este pacto entre tú y yo se rompiera. Te deseo, Señor; y cuanto más te disfruto, más te anhelo con un deseo infinito, eterno y perdurable. Amén.

Tomado del libro: Alcanzando el Cielo Oraciones de los Puritanos, puedes adquirir el libro AQUÍ


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *