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Por: Gary Chapman.

Este artículo forma parte de la serie «Devocionales para matrimonios«

Escribí aquella carta con gran angustia, un corazón afligido y muchas lágrimas. No quise causarles tristeza, más bien quería que supieran cuánto amor tengo por ustedes. 2 CORINTIOS 2:4

Nunca llega el momento de dejar de amar a su cónyuge, pero sí hay un momento para cambiar la manera de expresarle ese amor. Si su cónyuge ha adquirido alguna forma de comportamiento destructivo crónico y se ha negado a cambiar aunque usted ha procurado satisfacer sus necesidades, puede ser hora de recurrir al amor riguroso. El apóstol tuvo que hacerlo con la iglesia en Corinto. Debido a que habían tolerado una situación de pecado en la iglesia, los reprendió, no porque no se interesara por ellos, y así lo aclara en el versículo citado. En realidad, los amaba tanto que quería ponerle freno a lo que estaba mal y animarlos a que tomaran mejores decisiones.

El amor riguroso le dice a un cónyuge abusivo: “Te amo demasiado como para aceptar que hagas algo malo. No me voy a mantener indiferente mientras te destruyes a ti mismo y me destruyes a mí maldiciéndome todas las noches. No puedo imponerte el cambio de conducta, pero no estaré aquí esta noche para recibir el daño. Si quieres que nuestro matrimonio mejore, estoy dispuesta a trabajar. Sin embargo, no voy a colaborar para que me destruyas.”

Esa actitud no es de abandono sino de amor. El amor hacia el cónyuge incluye interesarse tanto por el bienestar de la otra persona como para negarse a entrar en el juego del comportamiento enfermizo. Muchas personas alcanzan la sanación cuando alguien los ama lo suficiente como para confrontar sus conductas destructivas.

Señor Dios, te pido sabiduría para discernir cuándo se necesite el amor riguroso en nuestra relación. Por favor ayúdanos a amarnos el uno al otro lo suficiente como para confrontar el comportamiento destructivo.

*Gary Chapman, Está casado con Karolyn J.Chapman y tiene dos hijos adultos. Se licenció en el Moody Bible Institute en artes, y tiene una licenciatura en antropología por la Wheaton College. 


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