No olvides compartir ...

Por: George Whitefield

Este artículo forma parte de la serie: 365 días con George Whitefield

Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Salmo 19:1

Si esta mañana estabas despierto cuando salió el sol a las 5:00 habrás visto el bello espectáculo […]. ¡Qué grato es ver las flores abrirse ante el amanecer del sol! Te pregunto si, cuando estabas mirando por la ventana, caminando de un lado a otro o abriendo tu negocio, si no dijiste en sentido espiritual: «Levanta, Sol de justicia, tus alas sanadoras sobre mí». Porque todo lo es que es el sol natural para el mundo, así también lo es Jesucristo, y más aún, para su pueblo.

Sin el sol, no tendríamos cereal o fruto de ningún tipo. Qué lugar más oscuro sería el mundo sin el sol, y qué lugar más oscuro sería el mundo sin Jesucristo. Y, tal como el sol transmite realmente sus rayos a la tierra, las plantas y toda su creación terrenal, así también el Hijo de Dios transmite realmente su vida y su poder a toda alma creada de nuevo. De lo contrario, Cristo no es más que un sol pintado. ¿Y es Cristo únicamente un Cristo pintado para nosotros, mientras recibimos el calor y los beneficios del Espíritu Santo en virtud de su sangre? A veces el sol brilla con más fuerza que otras y no siempre tiene el mismo aspecto: las nubes lo cubren y obstaculizan sus rayos. Y lo mismo sucede entre un alma renovada y el Señor Jesús, el Sol de justicia.

Hermano mío, sé que lo sabes por triste experiencia: basta con que levantes la mano cuando el sol brilla en su cenit para obstaculizarlo. ¡Y qué poca terrenalidad basta para separar tu corazón de Jesucristo! Fue una excelente apreciación la de aquel cristiano primitivo, cuando dijo que Dios nunca abandona a una persona a menos que esta le abandone a él.

*George Whitefield(1714 – 1770)Ministro de la Iglesia de Inglaterra, evangelista en el Gran Despertar, uno de los fundadores del metodismo, nacido en Gloucester, Inglaterra. Lea más de su biografía en este enlace. 

Tomado de «365 días con George Whitefield«, lecturas seleccionadas y editadas por Randall J. Pederson, puedes adquirirlo en este enlace. 


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *