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Por: Dwight Moody 

Este artículo pertenece a la serie: «120 meditaciones de D.L. Moody»

«Asi alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos». Mateo 5:16

Hay una fábula de un viejo farol en un cobertizo, que comenzó a jactarse porque escuchó a su amo decir que no sabía qué haría sin él. Pero la pequeña candela que tenía adentro desenmudeció y dijo: «¡Vaya consuelo! Si no fuera por mí, ¡no serías nada! Yo soy quien produce la luz».

No somos nada, Cristo lo es todo. Debemos mantenernos en comunión con Él, dejar que Cristo more en nosotros ricamente, para que pueda resplandecer a través de nosotros. Tengo una caja de fósforos con una tapa fosforescente. Atrae a los rayos del sol durante el día y luego los emite en plena noche, para que siempre pueda ver en la oscuridad. Esta es una ilustración de lo que nosotros deberíamos ser, que constantemente atraigamos los rayos del Sol de la Justicia y que luego los emitamos.

Alguien le dijo a un recién convertido: «¡Convertirse es como estar en la luna!» Él respondió: «Muchas gracias por el cumplido. La luna le presta la luz al sol, y los cristianos sacamos nuestra luz del Sol de Justicia». Eso es lo que se lleva a cabo cuando tenemos la iluminación santa.

Reflexión: ¿Hay algo que le imposibilita obtener todo el poder de la luz de Dios? ¿Cómo puede brillar más para Dios esta semana?

*Dwight Moody conocido como D.L. Moody, fue un evangelista, además de fundar la Iglesia Moody, la escuela Northfield y escuela Mount Hermon en Massachusetts, el Instituto Bíblico Moody y la Moody Press. Lee su biografía HACIENDO CLIC AQUÍ.


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