Por: Juan Calvino.
Este artículo forma parte de la serie: 365 días con Juan Calvino.
En tu mano encomiendo mi espíritu; tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad. Salmo 31:5
LECTURA ADICIONAL RECOMENDADA: Lucas 23:44-47
Aunque sean muchas las cosas que nos angustian a todos, apenas uno de cada cien pone su vida sabiamente en manos de Dios. Hay infinitud de personas que viven alegres y despreocupadas en su día a día, como si estuvieran en un cómodo nido ajeno a cualquier molestia. Sin embargo, cuando se enfrentan a algo que les aterroriza de verdad, una angustia mortal se apodera de ellos. No se encomiendan a Dios, ya sea porque se engañan a sí mismos con vanas ilusiones, convenciéndose de que las cosas irán bien a pesar de todo, o porque el terror les paraliza y desconcierta de tal manera que no sienten deseo alguno del cuidado paternal de Dios.
Cuando las diversas tempestades de la aflicción nos hagan tambalear, o hasta nos derriben, nos aparten del camino del deber o nos hagan abandonar nuestra posición, el único remedio para acallar nuestros temores es pensar que Dios es nuestro protector, además del autor de nuestra vida. Confiar en él es la única forma de aligerar nuestras cargas y evitar precipitarnos en el abismo de la tristeza.
En vista, pues, de que Dios se aviene a cuidar de nuestras vidas y apoyarnos, busquemos siempre su refugio. Cuanto más expuestos estemos al peligro, más habremos de meditar en esto.
Esta confianza nos ayudará a desempeñar nuestro deber con presteza y constancia, y a avanzar libres de temor hasta llegar al final de nuestro camino. ¿Cómo, pues, puede haber tantas personas perezosas e indiferentes, y que tantos otros descuiden tan nefastamente el cumplimiento de su deber? ¿Cómo puede abrumarnos la ansiedad y aterrarnos el peligro y los obstáculos de tal forma que no dejemos lugar para la intervención de la providencia de Dios?
MEDITACIÓN: Pocos consuelos tan grandes existen como el que produce poner la vida propia en manos de Dios. Podemos encontrar paz en él con independencia de las tempestades que nos azoten. ¿Cuál es tu mayor temor? Piensa en el consuelo que puedes disfrutar si encomiendas tu temor a Dios.
Tomado de «365 días con Juan Calvino«, lecturas seleccionadas y editadas por Joel Beeke, puedes adquirirlo en este enlace.
*Juan Calvino (1509-1564) fue un reformador francés, pastor y teólogo, considerado entre los más grandes reformadores protestantes, lea más de su biografía en este enlace.