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«¡El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos.!». Salmo 2:4

¡Observen la burla de Dios hacia los rebeldes! ¿Qué hará el Rey a los que le rechazan? Observa la tranquila dignidad del Omnipotente, y el desprecio que derrama sobre Sus furiosos enemigos. No se ha tomado la molestia de levantarse y combatir contra ellos, los desprecia, sabe cuán absurdos, irracionales e inútiles son sus intentos contra Él. Por eso se ríe de ellos. (Charles Spurgeon)

«El que está entronizado en el cielo…». Aquí se da a entender claramente,

(1) que el Señor está muy por encima de toda su malicia y poder;
(2) que Él ve todos sus complots, mirándolos a todos;
(3) que Él es de poder omnipotente, y, por lo tanto, puede hacer con Sus enemigos lo que Él desee.
«Nuestro Dios está en los cielos. Él ha hecho todo lo que ha querido». (Arthur Jackson)

Las locuras de los pecadores son el justo deporte de la infinita sabiduría y poder de Dios. Esos intentos del reino de Satanás, que a nuestros ojos son formidables, a los ojos de Dios son despreciables. (Matthew Henry)

«El que está entronizado en los cielos se ríe». Ellos se burlan de nosotros, ¡pero Dios se ríe de ellos! ¿Se ríe? A primera vista parece una palabra dura. ¿Pero son la burla, la persecución y las injurias de Sus santos; y las crueldades de sus enemigos, un asunto de risa? Dios se ríe, pero es con desprecio. Él desprecia, pero es con venganza. ¡Corto es el gozo de los impíos! Oh, ¿qué son los ceños fruncidos de Dios, si sus sonrisas son tan terribles? (Thomas Adams)

La expresión: «El que está entronizado en el cielo», fija de inmediato nuestros pensamientos en un ser infinitamente exaltado por encima del hombre impotente. Y cuando se dice: «Él se ríe», esto está diseñado para transmitir a nuestras mentes la idea de que las más grandes confederaciones entre reyes y pueblos, y sus más extensos y vigorosos preparativos para derrotar Sus propósitos, son a Su vista totalmente insignificantes y sin valor. Él contempla sus pobres e insignificantes esfuerzos, no solo sin inquietud ni temor, sino que se ríe de su insensatez. Trata su impotencia con burla. Él sabe cómo puede aplastarlos como una polilla cuando le plazca, o consumirlos en un instante con el soplo de Su boca. ¡Cuán provechoso es para nosotros que se nos recuerden verdades como éstas! Ah! es ciertamente una cosa vana para los alfareros de la tierra luchar con la gloriosa Majestad del Cielo! (David Pitcairn)

Publicado originalmente en inglés aquí


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