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Por: Jeremiah Burroughs
Este artículo forma parte de la serie: El contentamiento cristiano
Vive del rocío de la bendición de Dios. Adrián Junius utiliza el símil de las cigarras, que saltan o brincan de arriba y abajo y viven del rocío, para describir al hombre contento, teniendo este lema: «Estoy contento con lo que tengo y sé que es lo mejor». Las cigarras no viven de la hierba como lo hacen otras criaturas; no puedes saber de qué se alimentan.» Otras criaturas, aunque son tan pequeñas como las cigarras, se alimentan de semillas o pequeñas moscas y cosas similares, pero en cuanto a las cigarras, no sabes de qué se alimentan. De la misma manera, el cristiano puede obtener alimentos que el mundo no conoce; él es alimentado en secreto por el rocío de la bendición de Dios.
Un hombre o una mujer pobre que tiene solo un poco de gracia, vive una vida más contenta que su vecino rico que tiene un gran ingreso, Encontramos esto de manera tan ordinaria, de modo que, aunque tienen muy poco, tienen una bendición secreta de Dios que acompaña a ese poco que no pueden expresar a ningún otro hombre.
Si vinieras a ellos y les dijeras: «¿Cómo es que viven de manera tan feliz?>> No podrian decirte lo que tienen, pero encuentran que hay una dulzura en lo que disfrutan, y saben por experiencia que nunca en tiempos pasados habían tenido tal dulzura. A pesar de que tenían una mayor abundancia en el pasado que ahora, saben que nunca tuvieron tal dulzura. Pero cómo ocurre esto, no pueden decirlo. Podemos mencionar algunas particularidades en lo que disfrutan los hombres piadosos, que hacen que su condición sea dulce.
Por ejemplo, toma estas cuatro o cinco consideraciones con las que el hombre piadoso encuentra contentamiento con lo que tiene, aunque tenga muy poco.
Fragmentos tomados del libro «La rara joya del contentamiento cristiano», puede obtener más detalles de este libro AQUÍ.
*Jeremiah Burroughs (1599-1646) fue amado por su predicación y su espíritu amable y fue perseguido por su inconformidad con la Iglesia de Inglaterra. Sintiéndose obligado a huir a Holanda por un tiempo, finalmente regresó a Inglaterra y predicó en las congregaciones de Stepney y Cripplegate en Londres, dos de las congregaciones más grandes de Inglaterra. También sirvió como miembro de la Asamblea de Westminster hasta su muerte en 1646.