Por: A. W. Pink
El «vivir conforme a la carne» es estar completamente controlado por el pecado, es estar profundamente bajo el dominio de nuestras corrupciones. Por esto, la mortificación consiste en direccionar la conducta que está desviada. Significa: cumplir no con las demandas de la vieja naturaleza, sino con doblegarlas. No servir a tus inclinaciones malvadas ni apreciarlas, sino más bien hacerlas morir, «no proveáis para los deseos de la carne» (Romanos 13:14). Los deseos naturales y los apetitos del cuerpo deben ser disciplinados, para que sean nuestros sirvientes y no nuestros maestros; es nuestra responsabilidad regularlos y subordinarlos al punto máximo. Pero el deseo del cuerpo por el pecado tiene que ser rechazado inmediata y firmemente negado. La vida espiritual se estanca en la misma proporción que cedemos a nuestras pasiones.
La necesidad obligatoria que tenemos en mortificar se debe a la presencia continua de la naturaleza vil en el cristiano. Al creer en Cristo para salvación, el cristiano ha sido librado de la condenación de la ley, y ha sido hecho libre del poder del pecado; pero «la carne» no fue erradicada de su ser, ni tampoco la vileza de esa carne fue modificada. Esa fuente de suciedad aún permanece en él hasta el final de su carrera terrenal. Y no solo eso, sino que está siempre activa en hostilidad contra Dios y la santidad: «Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne» (Gálatas 5:17).
Por eso hay un interminable conflicto en el santo, entre el pecado y la gracia. Por consiguiente, es absolutamente necesario que el cristiano mortifique y le de muerte no solo a las acciones de la corrupción interna sino también a los principios de esa misma corrupción. Él es llamado a batallar sin detenerse, y no permitir que la tentación lo lleve a ser cautivo de sus pasiones. El mandato es «Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas» (Efesios 5:11) . Decir con el Efraín antiguo, «¿Qué más tendré ya con los ídolos?» (Oseas 14:8).
No es posible una verdadera comunión con Dios mientras los deseos pecaminosos permanezcan sin ser mortificados. Cuando la maldad es permitida en el corazón, éste se mantiene alejado de Dios, se descompone el alma, y el Santo Dios cierra Sus oídos a nuestras oraciones: «Hijo de hombre, estos hombres han puesto sus ídolos en su corazón, y han establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro. ¿Acaso he de ser yo en modo alguno consultado por ellos?» ( Ezequiel 14:3).
De ningún modo Dios Se deleita en un alma que no mortifica el pecado, porque el hacerlo significaría negarse a Sí mismo y actuar en contra de Su propia naturaleza. Él no tiene ninguna complacencia en la maldad, y no la puede aprobar ni en la más mínima medida. El pecado es como el lodo, y mientras más lodo haya en nosotros, menos Él pondrá Su mirada en nosotros (Salmos 40:2). El pecado es una lepra (Isaías 1:6), y mientras más se extienda menos parte tendremos en el Señor. Mantener el pecado vivo es luchar contra la voluntad de Dios. El pecado no mortificado es contra todo el diseño del Evangelio, es actuar como si el fin de la muerte de Cristo hubiera sido tolerar el pecado, en lugar de redimirnos de él. El fin mismo de la muerte de Cristo fue la muerte del pecado: en lugar de que este permaneciera vivo, Él entregó su vida.
*A.W. Pink. Fue un teólogo, evangelista, predicador, misionero, escritor y erudito bíblico inglés, conocido por su firme postura calvinista y su gusto por las enseñanzas de las doctrinas puritanas
Es hacer morir el pecado de manera continua en nuestras vidas Romanos 8:13 a esto tambien está asociado a la santificación
Tener a diario una intimidad con nuestro padre celestial para que nos aguardé de la tentación del pecado cerrar las puestas a ellas yque su espíritu santo nos gobierne a todo nuestro ser para mantenernos en sanidad amén
Debemos mantener la intimidad con Dios pará que el nos guarde del pecado pner nuestra fé confianza y nuestra carga descansar en Cristo y el nos guardará del mal
Quiero decir algo sobre estos casos en que personas q viven el Pecado..ha él y a su flia les ha pasado cosas duras de pruebas hasta con sus propios Hijos y sus hijos por la Miserucirdia de Dios han salido adelate..Como es posible q este hombre no se de cuenta ..y no Reaccione ante tales consecuencias..o sea no se Consientice del daño q ha causado a su Flia…