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En un enfrentamiento que ha generado controversia, en los Juegos Olímpicos de París, la boxeadora italiana, Angela Carini, se retiró del combate, después de recibir duros golpes de su oponente, Imane Khelif, un hombre biológico, que se identifica como mujer trans.
El combate, tuvo lugar en la categoría de menos de 66 kg, y duró apenas 46 segundos. Carini, de 25 años, cayó de rodillas, tras recibir dos potentes golpes, y exclamó: “Esto es injusto”.
En una entrevista posterior, la boxeadora italiana afirmó: “Nunca en mi vida me habían golpeado tan fuerte”, informa Guiame.com.
La autorización, para que Khelif participara en los Juegos Olímpicos, ha generado preocupación. Aunque dio positivo, en las pruebas de ADN realizadas, por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), durante el Mundial de 2023, el Comité Olímpico Internacional (COI), le permitió competir.
Esto ha llevado a preguntas, sobre la igualdad de condiciones en el deporte, y la necesidad de criterios más rigurosos, y uniformes.
La ministra de Familia de Italia, Eugenia Roccella, advirtió sobre la competición desigual, y potencialmente arriesgada, que podría surgir en los Juegos Olímpicos.
Otro político italiano, preocupado por la situación fue el ministro de Deportes, Andrea Abodi.
La polémica, en torno a la participación de atletas transgénero, en competiciones femeninas, sigue siendo un tema candente, en el mundo deportivo.
Mientras algunos defienden la inclusión, y la igualdad, otros argumentan que se deben establecer criterios más claros, para garantizar una competición justa.
Buenas tardes hermanos, en esta ocasión creo que la culpable es la boxeadora que se subió al ring a sabiendas que pelearía con un hombre. Debemos ser valientes y no participar en las obras de los progresistas porque al hacerlo es como si les dijéramos: “ ándale pues, está bien lo que tú decidas”