RECIBE MATERIALES DE A.W. TOZER DIARIAMENTE para recibir materiales, CLICK AQUÍ.
Por: A. W. Tozer
Este artículo forma parte de la serie «Encuentros con el Dios Todopoderoso»
Con Dios están la sabiduría y el poder; suyos son el consejo y el entendimiento. JOB 12:13
En cierta ocasión, subí a un vuelo que salía de Nueva York y, al partir, hacía mucho viento. Entonces, cuando estábamos en esa turbulencia, no salté, corrí a la cabina y les dije a los pilotos: «Escuchen, muchachos, déjenme tomar el mando». ¿Sabes dónde habríamos estado si yo hubiera tomado el mando? Habríamos estado en Times Square. No tomé el mando; dejé que lo tuvieran los pilotos.
No me importa un poco de turbulencia cuando aterrizamos o despegamos, pero cuando volamos a más de cinco mil metros de altura y se enciende la señal de «abrocharse el cinturón de seguridad», me digo: «Ay, no… ¿en qué estamos ahora?». Sin embargo, siempre mantuve la cabeza fría, y nunca me acerqué a la cabina y dije: «Ahora, ustedes dos, salgan de aquí»… jamás.
Y aun así, le hacemos eso a Dios todo el tiempo. Vamos a la iglesia y oramos para entregarle nuestro corazón al Señor; nos unimos a la iglesia y nos bautizamos. Sin embargo, luego las cosas se ponen turbulentas, y corremos y decimos: «¡Señor, déjame dirigir esta cosa!». Por eso estamos tan confundidos en nuestra vida cristiana. No estamos dispuestos a dejar que Dios dirija nuestro mundo por nosotros, que dirija nuestra familia, nuestro negocio, nuestro hogar, nuestro trabajo, nuestro todo.
Señor, no importa cuán turbulenta pueda llegar a ser mi vida, me comprometo aquí y ahora a dejarte mantener los controles. Amén.
Puedes seguirnos en WhatsApp, Instagram,Messenger, Facebook, Telegram o Youtube. También puede suscribirse a nuestro boletín por correo electrónico.