Por: Jonathan Edwards
Este artículo forma parte de la serie: «365 días con Jonathan Edwards«
«En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados» (1 Juan 4:10).
Dios no escoge a los seres humanos y les brinda su cuidado porque ellos lo amen a él, sino porque él nos amó en primera instancia. No fue por la anticipación de las buenas obras que hagan antes o después de la conversión, por lo que Dios los haya elegido. Por el contrario, los seres humanos hacen buenas obras porque Dios los ha escogido.
Dijo Jesús: «No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé» (Jn 15:16). Ni tampoco escogió Dios a los seres humanos porque anticipase que creerían y acudirían a Cristo. La fe es consecuencia de la elección y no su causa.
Dice Hechos 13:48: «Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna». Dios llama a los seres humanos a Cristo y hace que acudan a él porque los ha escogido. Dios escoge a los verdaderos cristianos desde la eternidad, no solo antes de que ellos nacieran, sino antes de la creación del mundo. Un Dios de una bondad y una benevolencia infinitas ama a quienes carecen de excelencia que pueda motivarlo o impulsarlo.
El Padre y el Hijo amaron a los creyentes desde toda la eternidad. El amor eterno del Padre se manifiesta en que, desde toda la eternidad, ideó un camino para su salvación y escogió a Jesucristo para que fuera su Redentor. Dios envió a su Hijo a morir al mundo a consecuencia de su amor electivo, para que redimiese a aquellos a los que de tal manera había amado.
(De cristianos, una generación elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo peculiar», pp. 937-938).
*Jonathan Edwards (1703 – 1758). Predicador norteamericano congregacionalista, usado por el Señor en el Gran Despertar ; nacido en East Windsor, Condado de Connecticut, puedes leer más de su biografía en este enlace.
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