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Por: Charles Stanley
Los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas. ISAÍAS 40.31
Buscar y obedecer a Dios puede ser difícil, especialmente en un mundo que a menudo es adverso a los creyentes. Así que, cuando usted está cansado de las batallas y simplemente quiere algo de paz, ¿qué hace? ¿Se da por vencido? ¿Hace concesiones? ¿O busca fortaleza en su Creador?
Las Escrituras son claras: si usted quiere remontarse a las alturas, debe apartar la vista de lo que están haciendo los demás y enfocarla en el Padre.
El águila es un ejemplo perfecto. Cuando divisan un pez, las águilas fijan sus ojos en su blanco con asombrosa intensidad. Independientemente de las corrientes del viento o el clima, descienden en picada con poder y precisión, y sus poderosas garras atrapan con éxito su presa.
En cierto sentido, esa es su meta como creyente: fijar su enfoque por completo en Dios. Él le da la fuerza, la precisión y la perseverancia para que usted continúe volando y reciba su recompensa (1 Corintios 9.27).
Así que cuando esté agobiado, recuerde poner sus ojos en el Padre. Con Él, la victoria siempre está a la vista.
Señor, espero en ti. Dame tu energía, fortaleza y enfoque para que pueda continuar obedeciéndote. Amén.
