No olvides compartir ...

Por: Samuel Rutherford

¡Oh, qué amor! Cristo no confió nuestra redención a los ángeles, ni a millones de ángeles, sino que vino el mismo en persona a sufrir. No pagó un precio pequeño y humilde por nosotros, que somos barro.

Nos compró con una gran recompensa, de forma que al pagar tanto por nosotros, nadie pudiera hacer una oferta mayor en su mercado de almas… Nosotros no venderíamos todo lo que tenemos para comprarle. Ofrecemos por debajo del precio, infravalorando al Príncipe de amor que nos sobrevaloró. Él vendió todo lo que tenía, y a sí mismo también, para comprarnos a nosotros.

*Samuel Rutherford fue un pastor y teólogo presbiteriano escocés y uno de los comisionados escoceses de la Asamblea de Westminster.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *