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Por: Paul D. Tripp.

Este artículo forma parte de la serie: «Nuevas Misericordias cada mañana» de Paul D. Tripp

Si eres hijo de Dios, puedes descansar hoy en que tanto tu posición delante de Él como Su gobierno sobre ti es seguro y sólido.

Hay dos cosas en tu vida de las que no debes preocuparte; dos grandes cargas que no tienes que llevar sobre tus hombros. Cada día, tú y yo cargamos con las preocupaciones importantes de la vida. No, no estoy hablando sobre ser abrumado por la ansiedad, sino de tomar las cosas importantes con seriedad. Es bueno preocuparte por tus finanzas. Es importante cargar con la preocupación de que tu matrimonio sea todo lo que Dios espera que sea. Es bueno enfocarte en el desarrollo y en el bienestar de tus hijos. Es de vital importancia tomar en serio tu responsabilidad con el cuerpo de Cristo. Sería necio no preocuparte por tu salud física. Es responsable cargar con estas preocupaciones. Sería imprudente no considerar todas estas cosas como importantes y dignas de tu atención.

Pero no tienes que preocuparte por las dos cosas más importantes y significativas de tu vida. No tienes que tener ansiedad sobre estas cosas. No necesitas preguntarte qué pasaría si estas cosas ya no son tuyas mañana. Puedes despertarte mañana tras mañana con una sonrisa en tu rostro por el conocimiento de que las cosas más importantes de tu vida nunca, nunca están en riesgo. Es un dulce regalo de la gracia de Dios saber que estas cosas que definen tu vida son tuyas para siempre. Puedes perder tu casa, tu trabajo, tu familia, tus amistades, tu salud y tu iglesia, pero no estas cosas. Puedes enfrentar desilusiones y pérdidas, pero estas cosas permanecerán. Puedes sufrir dolor y derrota, pero estas cosas continuarán siendo tuyas. Puedes perderlo todo, pero nadie puede arrebatar la vida que hay en ti, porque lo que define la vida no puede ser arrebatado.

No existen dos cosas más importantes que estas: la gracia que te ha comprado un lugar en la familia de Dios y el hecho de que, debido a que eres miembro de su familia, Dios gobierna todas las cosas para tu bien. Tú nunca podrías haber merecido estas dos realidades inamovibles. Son tuyas solo por gracia. Es por gracia que tienes un lugar eterno en la familia de Dios. Es por gracia que tu vida es gobernada cuidadosamente por el mismo Rey de reyes. Es por gracia que, aun en tus días más oscuros, sigues siendo amado y aceptado por Dios. Es por gracia que cuando nada tiene sentido, tu vida sigue estando bajo Su control. Puedes preocuparte por muchas cosas, pero no por estas dos. Su amor nunca falla y Su gobierno es eterno.

Para profundizar y ser alentado: Romanos 8:31-39

Fragmento tomado del Devocional «Nuevas Misericordias Cada Mañana por Paul D. Tripp» de Paul D. Tripp, para información sobre el libro y cómo obtenerlo, HAGA CLIC AQUÍ.


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